top of page
  • ALEJANDRA OROZCO

El Zapotal, un oasis en la capital chiapaneca

Tuxtla.-  Con las olas de calor que se avecinan, sobran las ganas de pausar todo y darse un chapuzón, pero si la playa no es lo tuyo, no tienes tiempo o simplemente no quieres ir tan lejos, en Tuxtla Gutiérrez hay un oasis que puede refrescar a toda la familia, que podrá pasar un rato agradable, en un sitio cercano y rodeado de la vegetación local: es El Zapotal, o las Pozas de Cerro Hueco, como también se le conocen.

Está justo frente a la entrada al Museo de Ciencia y Tecnología de Chiapas, pasando el zoológico, encarnado en la reserva El Zapotal, hasta donde llega incluso la ruta 60, accesible para todos y todas e inmerso en la misma ciudad, ni siquiera se tiene que salir de Tuxtla para poderlo visitar.

Jorge Gómez, administrador de este espacio, nos cuenta que es patrimonio de la colonia Cerro Hueco, se trata de un manantial que viene de una cueva, para llenar dos albercas en el sitio, una grande y una pequeña, para la gente que llega todos los días, pues siempre está abierto.

Es un sitio muy tranquilo, donde no se escucha más que el ruido de los árboles movidos por el viento, o los ruidos de los pájaros y otros animales de la zona, no se permiten bebidas embriagantes, es un lugar exclusivo para recrearse y sacarse el estrés del centro, de los carros, del día a día, a ellos les encanta que llegue toda la gente a disfrutar esta parte de la naturaleza, lo que queda de las reservas de Tuxtla Gutiérrez.

En el sitio, incluso se mantiene la fauna que, cuando no se espanta por el ruido de la gente, baja de entre los árboles, animales nativos como iguanas, guaqueques, pavones, chachalacas, que son tranquilos y se la pasan paseando, aunque la recomendación es no alimentarlos, ya que la gente puede llevar lo que quiera para consumir, a excepción, claro está, del alcohol.

Familias enteras con niños de todas las edades, incluso adultos mayores llevan sus flotadores, salvavidas, pelotas, bolsas y canastas con comida, hieleras con refrescos y aguas, ya sea con traje de baño o short y playera los más tímidos, hay quienes prefieren tenderse a leer o escuchar música en la orilla, es un sitio muy tranquilo que ni siquiera parece Tuxtla, una alberca es tipo chapoteadero y la otra es más honda, cristalina y limpia, fresca por su origen.

El costo es de 20 pesos por adulto y 10 pesos por niño, que se destinan al mantenimiento del lugar, para componer y mejorar las instalaciones, ese dinero es un donativo de recuperación para darle más vida, mantenerlo limpio y agradable, está abierto todos los días, sobre todo los festivos, puentes y fines de semana, incluso don Jorge ha recibido visitantes de otros países que han quedado maravillados con la naturaleza misma, están abiertos de 9 a 5, todos los días, listos para acoger a quien busque diversión y tranquilidad en plena ciudad capital.

89 visualizaciones

Entradas recientes

Ver todo
Banner GOB.jpg
Cambio climático 950x125 copy.png
bottom of page