Flor sagrada: la Plumeria rubra y su profundo uso ceremonial en Chiapas y México
- NOÉ JUAN FARRERA
- hace 8 minutos
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La flor de mayo científicamente conocida como Plumeria rubra, es una de las especies sagradas más emblemáticas de Chiapas y México, reconocida por su profundo uso ritual en ceremonias religiosas, comunitarias y de conexión con la naturaleza.

Su presencia no se limita a lo ornamental: es una flor de culto, un elemento que articula devoción, memoria y continuidad espiritual en distintas regiones del país y Chiapas no es la excepción.
En esta entidad, especialmente entre la comunidad zoque de Tuxtla Gutiérrez, por citar a un ejemplo, la flor de mayo tiene un protagonismo especial en la Ensarta, una práctica ritual que se realiza durante el mes de mayo en honor a la Virgen María y la Santa Cruz. Cada flor se inserta manualmente para formar largas guirnaldas que se colocan en altares, templos y espacios ceremoniales.
Este gesto no solo simboliza ofrenda y reverencia, sino también resistencia cultural. La tradición, heredada de generaciones, permanece como un acto que reafirma la identidad zoque y su espiritualidad, fusionando elementos indígenas y católicos. También, la presencia de esta flor está en actividades especiales del ámbito social, pues se tiene la creencia de que adornar a las personas, dándoles la bienvenida con un collar, es un símbolo de distinción.

El uso ritual de esta flor también se extiende al ámbito funerario. Otras culturas colocan en algunos panteones municipales de Chiapas, la flor de mayo se coloca en tumbas, pasillos y ofrendas dedicadas a quienes han partido. Su fragancia y apariencia delicada evocan pureza, renovación y el lazo permanente entre los vivos y sus ancestros. Con ello, la flor se convierte en un símbolo de tránsito, de memoria y de continuidad espiritual.
En México, la ritualidad de la flor de mayo se manifiesta en múltiples devociones populares. Durante el mes mariano, es una de las ofrendas más apreciadas para acompañar rezos, procesiones y celebraciones dedicadas a la Virgen María. También aparece en fiestas patronales, rituales agrícolas y ceremonias comunitarias, donde su carácter sagrado está asociado a la fertilidad de la tierra, el inicio de las lluvias y el agradecimiento por los dones recibidos.

La flor de mayo, en todas sus expresiones, es un puente entre lo divino y lo humano. Su fuerza ritual reside en su capacidad para conectar creencias, unir comunidades y mantener vivas las tradiciones. En Chiapas y en México, sigue siendo una flor que no solo se admira por su belleza y aroma, sino que se honra, se ofrece y se vive, como parte esencial de la espiritualidad colectiva.




