Floralma Gómez, luchando por la igualdad

Tuxtla.- En esta ocasión, tuvimos en Universo Viole7a a la diputada Floralma Gómez Santiz, actual presidenta de la Comisión de atención a la mujer y a la niñez en el congreso local, psicóloga de profesión, maestra en derechos humanos y desarrollo humano, quien además trabaja con mujeres feministas de diferentes organizaciones civiles de la Altos de Chiapas, una mujer indígena -que si bien no debería haber distinción, Ale y Paulina consideran que al mismo tiempo se debe reconocer que todavía enfrentan grandes retos en pleno siglo XXI- que ha luchado por los derechos humanos y su superación personal.

“Soy de un pueblo originario de origen tseltal, de Oxchuc tengo parientes de San Juan Cancuc, mi adolescencia e infancia la viví allá en Oxchuc, con el privilegio precario de vivir en la cabecera, en la prepa me fui a San Cristóbal para tener otro tipo de formación, complementar las cosas que me había tocado vivir, la política siempre he creído que la hice sin saber lo que estaba haciendo, tengo dos hermanos varones y somos seis en total, los estereotipos de género y roles en los pueblos originarios son más remarcados, de que a ti te toca esto y lo otro, yo tenía muchos sueños, a veces jugaba a ser reina, es decir, me enfocaba mucho en poder administrar, encabezar”, relató.

También recuerda que le tocó coincidir con amigas en el fútbol, pues su pueblo tiene una liga muy amplia de este deporte, el cual ha sido un punto focal para combatir la violencia, por ahí empieza con el tema de la defensa de los derechos de las mujeres, señalando lo que está bien y mal, le ha tocado formarse desde organizaciones comunitarias, colaborar como tallerista y capacitadora, así se empieza a inmiscuir, viviendo en un ambiente complejo, sus papás se separaron un tiempo y le tocó ver estos procesos, se empieza a cuestionar y entra a estos procesos formativos, a documentarse, a saber más sobre derechos, se ha encontrado gente en el camino que le ha ayudado a formarse, incluso formó una colectiva de mujeres cuando tenía 19 años, actualmente tiene casi 30.

“También estuve muy metida en el tema artístico, cuando me toca irme a vivir a San Cristóbal, a la zona norte, es muy emblemática porque está etiquetada como donde viven las personas de los pueblos indígenas, hay un tema de desigualdad y racismo, me formo con compañeros que ahorita ya tienen sus centros autogestivos, traigo este compromiso y quehacer ahora que incido en esos espacios públicos, en algún momento varios de ellos me buscan porque fui parte de esos procesos, me tocó cofundar una organización, ahora toca estar de este lado y respetar el trabajo de las compañeras porque hay diversidad de perspectivas, hacer un aporte y tomar decisiones, siempre con la conciencia de que tenemos que retribuir un poco, aunque tal vez no directamente”, consideró.

Uno de los temas pendientes que tenía y la movían es la partería, sabe que muchas y muchos han nacido por partera, tiene parientes que han estado haciendo un trabajo importante en la partería tradicional, en casos, piensa que es triste que el asistencialismo quite la parte esencial de los pueblos originarios, pues no se trata de llevarles un refresco o una despensa, sino cómo atacar ciertas problemáticas para la dignificación de sus derechos, esa valentía, porque una mujer originaria no es solo la que está con su traje, si bien es un tema de identidad m va más allá, es lo que llevas como persona, pues sabe que no vas caminando sola, lo ve con su abuela, su madre, amigas de la primaria que son mamás de tres, cuatro, cinco hijos, el hecho de reivindicar a las niñas, de decirles que tienen derechos sexuales, a la educación, entre otros.

“Yo llego al feminismo sin darme cuenta pero sabiendo que quería estar ahí, nunca he aceptado las cosas que para mí son injustas, sabía que tenía derechos pero no cómo aplicarlos, la vivencia de desigualdad,  ver o sufrir cosas que no te gustan, a mí nunca me gustó el trato desigual de mis hermanas por ejemplo; el abuso sexual infantil fue algo que me movió mucho, me tocó ver a compañeritas y acompañarlas sin saber, acercarme mucho a esta forma de personas que estaban al frente de esas organizaciones que nos guiaban, te decían que hacer, comienzo en el tema teórico, pues quizá ya hacía feminismo pero me llegaron recomendaciones de lecturas de amigas, en todo este proceso he reivindicado las luchas de mujeres, como nuestras propias abuelas, desde la medicina tradicional, desde compañeras de mi edad, referentes importantes que forman parte de esta intersección, yo me involucro así en el feminismo”, dijo.

Es fiel creyente de defender lo que no es correcto, de que las niñas no nacieron solo para casarse a corta edad o que el esposo las golpee, viendo la injusticia de cerca sale este compromiso, siempre hacia este cuestionamiento, no falta que en los pueblos tradicionales les digan que se metan al magisterio porque ahí la paga es segura, aunque sí le gusta la docencia… considera que sí tiene privilegios, pero han sido precarios, ya que no puedes romantizar la desigualdad, ella tuvo la oportunidad de estudiar y documentarse, el esfuerzo de hacer un trabajo, pues bien sabía que en algún momento llegaría a un espacio de toma de decisión y quería hacerlo bien; al inicio fue por presión, pues a veces va cargado de desigualdades.

“Me tocó que me dijeran: está chavita, qué va a saber de política o administración pública, a veces entre nosotros de los pueblos originarios nos criticamos, es complicado, nos catalogan como que debemos ser asistentes o el segundo al mando, por ahí romper estos esquemas es un poquito complejo, en San Cristóbal en la prepa me pasaba, tenemos un proceso que tenemos que ir trabajando, nos pega el tema de la discriminación, pues inconsciente o sutilmente comparaba mucho mi color de piel, no sabía si decir que hablaba tseltal o que mis papás eran de allá, esta falta de educación, de diversidad, de respetar en las escuelas el origen de cada persona, había constantemente una comparación y a mi generación le sucedía, no era tan normal hablar de que está mal discriminar, burlarte, hacer bullying, el acento, yo lidiaba con otro tipo de cuestiones, estás en la adolescencia y te sientes menos porque así te han etiquetado, que lo mejor es lo blanco lo caro hablar inglés”, dijo.

Cuando llega a la administración pública, ya había tenido un proceso, era complejo, pues hasta la gente le decía que estaba muy chavita y le hizo estudiar más, ahora siendo diputada dice que no es tan complejo, pero sí de mucha reflexión, de no tomarlo personal pero sí como un área de oportunidad, para empezar sabe que no es lo máximo solo por ser de un pueblo originario: es una persona que trabaja, que no quiere que la vean solo como mujer indígena, pues si bien se siente orgullosa, hay un trabajo detrás de su persona.

“En la comisión emprendemos varias acciones legislativas, una que ha tenido un logro importante es la reivindicación de los derechos a una menstruación digna, que ya se leyó y falta dictaminarla, creamos un programa para que se aplique la política pública y no solo sea una ley aprobada, tiene que ver con presupuesto y recurso, por eso estamos peticionando ciertos insumos para que se ejecute con UNICEF y la Secretaría de Educación; la Comisión trabajar en garantizar los derechos de niños, niñas, adolescentes y mujeres, también como diputada está el compromiso de hacerlo bien, crear nueva legislación, aterrizar, armonizar, atender peticiones, inquietudes y molestias, también atendemos el tema de feminicidios, niñas víctimas indirectas, generamos una iniciativa que atienda el tema de sustracción de menores por ejemplo, la de violencia vicaria ya está leída, falta el dictamen, al votarla otorgas un derecho, pues si no está en la constitución o legislación local, queda ahí, cuando vayan a los tribunales o juzgado las personas víctimas de este delito o violencia tengan dónde buscar, ya sea el Código Civil, Penal o la Constitución, la violencia vicaria que quede como un tipo de violencia, para que cuando las mujeres sean agredidas a través de interpósita persona, de sus niños, vayan a las áreas correspondientes y vean cómo se llama, seguir su proceso”, explicó.

Concluyó instruyendo que una diputada hace varias cosas, en lo personal trabaja bajo perspectiva de género, de derechos humanos, la interculturalidad, iniciativas de ley, despenalización del aborto; en algunos casos hay temas muy directos que no atienden de manera específica, pero les toca canalizar, ya sea a Seigen, a Cejum, a Fiscalía de pueblos originarios; hay que entrarle a todo.