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  • RUBÉN PÉREZ

Imparable la tala en Altamirano

Tuxtla.- De día y de noche, se ha vuelto común ver cómo desfilan camiones cargados de madera, la mayor parte de procedencia ilegal, en la ruta que lleva al municipio de Altamirano, en la región Altos de Chiapas.


El Sie7e de Chiapas efectuó un recorrido por esta zona, y comprobó que los talamontes circulan por las vías terrestres de forma tranquila, sin ser molestas, pues la presencia policiaca es casi nula.

De manera casi histórica, coinciden algunos expertos, Altamirano es uno de los municipios en donde por lo regular se talan árboles de forma indiscriminada y sin permiso, lo que es cada vez más grave.

“El problema es que ya nadie quiere intervenir, creo que se han confundido los usos y costumbres con la devastación; acá deberían estar instancias como la Profepa (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente), pero no se aparecen, les da miedo, o están coludidas”, refiere un poblador, quien prefiere el anonimato por temer a represalias.

Para Ramón Pérez, habitante de la región, es complicado que problemas como la tala ilegal y clandestina se solucionen debido a que en esa localidad hay otros intereses más fuertes que los sociales o relacionados al medio ambiente.

Con base en datos de la organización “Bosques y Gobernanza”, más del 90% de la madera que circula o se comercializa en la entidad chiapaneca proviene de la ilegalidad, lo que agudiza la deforestación y la degradación de los bosques.

De acuerdo con los datos, Altamirano cuenta con más de 35 mil pobladores, la mayoría indígenas tseltales y tojolabales (casi el 73 por ciento); del total, cerca del 45% son económicamente activos, mientras que el 98.45% está ocupado laboralmente.

Sin embargo, más del 92% de su población está en situación de pobreza, y de ese porcentaje, el 66.9% vive en pobreza extrema. Además, Altamirano está ubicado entre los primeros 10 municipios de Chiapas con “Muy alto rezago social”.

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