Jhoana, repostera emprendedora y un ejemplo a seguir
- ALEJANDRA OROZCO
- 1 abr
- 5 Min. de lectura
Tuxtla.- Jhoana Acuña es una emprendedora tuxtleca, que recuerda, toda su infancia estuvo hilada a la pastelería, nació ahí, estudió administración hotelera y turística y tiene una maestría en publicidad, y precisamente su trabajo consiste en las redes sociales, estar en contacto diario con la gente, es muy sociable, le gusta interactuar con las personas, difícilmente le va a caer mal alguien, es muy tolerante aunque llega un momento que se harta, pero sobre todo, es la emprendedora detrás de Dulcinea, que se ubica en la 15 oriente entre avenida central y primera sur #115, en un toldo café.

“Mis papás cerraron la pastelería pero yo seguí, en pandemia todos hacían sus recetas y presumían lo que comían, yo empecé a hacerlo y lo publicaba, como mis amigos y familiares conocían el sazón de mi mamá, que era de las pocas que había en la ciudad, empecé vendiendo en línea hasta que en la casa ya no entrábamos, mi cocina y comedor estaban llenos de pedidos, teníamos un local vacío y empecé a entregar ahí”.
Dulcinea surge por el nombre de la novia de Don Quijote de la Mancha, ya que su familia es fan de la lectura y a todos los negocios de comida siempre les han puesto así, como una juguería que tuvo, todo esto inició en octubre de 2020, están por cumplir cinco años y significó mucho, todo un compromiso porque traía la vara alta, ya traen las personas un estándar de calidad, de si se parece al pan de su mamá, le encanta que cada postre tenga buena presentación, que sea algo bonito a lo que le haya dedicado tiempo, que se haya esmerado.
“Estamos como @dulcineapos3 en Instagram o Dulcinea postres y bocadillos en Facebook, o al WhatsApp 9613723232, me encanta dar degustaciones, que lo prueben, en casa sí estaba sola, pero ya tengo a mi equipo de tres personas, cuando abrí el local una amiga me ayudaba a cuidar mientras yo cocinaba sola arriba, y crecimos, tenemos buen ambiente laboral, somos como una familia, nos tratamos bien, hay empleados que empezaron en mostrador y ya se meten a cocina”, señaló.
Antes, pensaba que tardaba mucho en hacer sus postres porque no tenía experiencia, pero así es el proceso, aún con la herramienta y el equipo lleva un tiempo, te puedes llevar cinco horas, todo es amasado, puede que no tengan mucha variedad, porque le gusta que los productos sean frescos, con un día pueden apartar, no le gustaría que vinieran a traer algo de dos o tres días, pero también sabe que no todo se vende el mismo día.

“Tengo en mostrador lo básico, pay, flan, galletas, roles de canela, cuernitos, galletas, volovanes, de ahí nuestro menú es extenso, tenemos bocadillos salados como volovanes, croissants, postres internacionales como la pavlova, muchos no tradicionales ni clásicos, en diferentes presentaciones, aunque sean los mismos ingredientes, en copa es diferente a la lata, la base es la misma, pan de chocolate o vainilla, ahí juegas con la creatividad, con la pasta de la galleta o migajón puedes hacer cuernitos, roles, es muy extenso el menú”, señaló.
Por ejemplo, para un pedido para 15 a 20 personas, si no es tan elaborado, con dos días de anticipación está bien, requiere tiempo, aunque esté listo y frío el pan no quiere decir que ya lo puedas rellenar y decorar, y es que han sido muchos los desafíos, uno que la hizo llorar al principio, porque hubo muchos imprevistos, y al final por haberlo logrado es que trabajan para eventos grandes, y una vez les hicieron un pedido para mil 800 personas.
“Era un concurso, a veces son licitaciones y tienes que llevar pruebas, yo llevé las que quizá no eran las mejores sin saber si me lo iban a encargar, ofrecí un mousse con base de grenetina y me lo encargaron para entrega a las 12 del día, lo hicimos pero en un punto mi refri no estaba funcionando, tanto que me costó, lloré pero por fin se logró, tuve mucho miedo, lo de menos era regresar el dinero y perder al cliente, pero mi miedo era que me destruyeran en redes”, recapituló.
Señaló que es una responsabilidad, si tú no tienes la experiencia no puedes solo ser optimista, el miedo es importante, debes sentirlo, no huir de él, tomarlo, es una alerta, si te piden 2 mil postres y te da miedo es porque tienes el compromiso, tienes que investigar si puedes, tener confianza en ti, no tener cadenas que te anclen y digas que no vas a poder, pero sí la responsabilidad de que sí puedes pero no sola, buscar ayuda, y es que ella si te hace un sándwich no va a ser tradicional, va a tener algo diferente, es lo que la motiva, ver el resultado final.
“Me gustaría tener sucursales en distintos puntos, incluso salir de Tuxtla, la tropicalización de mi producto, el chocolate es algo que aquí se consume mucho pero en otros lados no, como el mousse, si lo trasladas puede que no llegue bien pero hay lugares donde sí, o las bombas de chocolate que se ponen de moda en diciembre, no te puedes aventar algo así en abril o mayo, porque es muy probable que no llegue a su destino”, señaló.
Por todo esto, se siente satisfecha y orgullosa de ella misma, la vida de la mujer es más complicada, en lo laboral es profesionista, emprendedora, madre, hermana de una persona discapacitada, hija, su día a día es pesado, su negocio no empieza hasta que sienta a su hermano y no acaba hasta que lo acuesta, se hace cargo de sus hijas, a la vez es red de apoyo y hay gente que es parte de la suya, siempre tienes algo que aportarle a alguien pero no porque no existiera.

“Siempre ha habido comadres, amigas, compañeros, vecinos que siempre han estado ahí para las personas, al principio te acuerpa tu familia, amigos, la comida tiene eso, no es como un diseñador gráfico, fotógrafo, abogado que tiene que haber ciertas circunstancias para acudir a ese servicio, me encanta que me busquen para dar detalles, siempre tengo cajitas, les pongo su listón, su etiqueta, las armo con cupcakes, primero me pongo en el lugar de los clientes, saber qué quiero y cómo”, mencionó.
Su talento es algo que solito nace, ella le va agregando, añadiendo, las latas por ejemplo están en tendencia, pero ella les agrega la cuchara plateada y listón, para que se vea más bonito, nace de cómo quiere ser tratada y que la vean, es un sello, como sus cajitas, hay gente que no conoce y llegan porque la vieron en redes o alguien llevó a su trabajo, en sus redes tiene el catálogo con diferentes menús.

De sus hijas, dice que la mayor no está tan metida en la repostería, pero por necesidad se involucró a vender brownies, tiene 18 y estudia la universidad, la chica tiene 12 años, va en la secundaria, y es una mini ella, hace panqueques, galletas y decora, todo esto para ella es un reto, porque como está en el local, piensan que está a disposición, es difícil en algún momento pero al final muy satisfactorio, se siente contenta de que puede ayudar y orgullosa de ser ese ejemplo para sus hijas, lo que quiere que ellas vean en ella, cumplir sus sueños, además de poner sucursales, viajar fuera del país, tener estabilidad, pues el dinero es el cimiento de la estabilidad física, psicológica, de la paz mental.
“Cuentes con lo que cuentes, en ocasiones especiales nunca dejes de mostrarle a tu familia el amor que puedes sentir por ellos, el amor cambia personalidades, toca corazones, y si quieres emprender, mientras más temprano empieces mejor, no debe detenerte el miedo, si fracasas hoy no está mal, siguiente emprendimiento y ya sabrás qué fracasó, no es malo, siempre es aprendizaje, yo abrí otros negocios antes, mis hijas han hecho sus ventas de garage y se han sentido mal de no vender, pero qué bueno que aprendieron, cuando tengas más años tendrás la experiencia, no tengan miedo al fracaso para emprender alguna actividad que sea su sueño”, finalizó.
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