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  • ALEJANDRA OROZCO

Julio, chiapaneco que falleció en Texas, viene de regreso a casa

La Trinitaria.- Julio López tenía 32 años, era originario de La Trinitaria pero vivía con su esposa y tres hijos en la comunidad Benito Juárez, del municipio de La Concordia. Es uno de los mexicanos que se encontraron sin vida en el trailer hallado el mes pasado en San Antonio, Texas, y su cuerpo ya está cerca de casa.


De acuerdo con un comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), este jueves aterrizó en el aeropuerto de Toluca el tercer vuelo militar que está repatriando los cuerpos de los mexicanos que perdieron la vida, en el cual viene el de Julio, quien pronto volverá a su natal Chiapas para que sus familiares y amigos puedan despedirse de él.

Lo recuerdan como un padre amoroso, sencillo y responsable, era carpintero y ganaba apenas 800 pesos semanales en un aserradero, cuando bien le iba, cuando no, 400 pesos eran el pago señalan que recibía, en temporadas de baja producción, esto lo orilló a buscar una mejor oportunidad de vida y cruzar la frontera.

Su suegra, doña Julia, llora la ausencia de quien consideraba como un hijo, señala que fue la mamá y hermanos del mismo Julio quienes lo apoyaron para emprender este viaje, pues radicaban en Estados Unidos, ellos contactaron al pollero, quien supuestamente lo trasladaría en un viaje VIP, en una camioneta, por el cual pagaron el equivalente a 250 mil pesos, por su parte, Julio vendió un pedazo de tierra que tenía, para reunir el dinero suficiente para poder viajar de Chiapas a Monterrey, desde donde tuvieron un último contacto, desde la casa de seguridad donde los tenía el pollero.


"El 21 de junio nos habló por última vez a las 12:26 del día, y dijo que el pollero le había dicho que no podía llevar celular, le quitó el celular, ya no tuvimos comunicación con él", recuerda con pesar doña Julia, sin embargo, hablaban con el pollero y les afirmaba que Julio estaba bien.

El joven deja a su esposa Adriana y tres menores de edad, el último de ellos, de cuatro años, es Tadeo y tiene un diagnóstico dentro del espectro autista, esto les generaba gastos de estudios, consultas y medicamentos que ascendían a los 4 mil pesos, un motivo más para buscar un mejor futuro, el cual se truncó demasiado pronto.

Los días pasaban y ni su familia de acá, ni la de Estados Unidos sabían sobre Julio, el pollero les decía que todo estaba bien, hasta que un día vieron la trágica noticia en la televisión, y comenzaron a pensar lo peor, sin embargo, el pollero seguía afirmando que Julio estaba bien, pero que debido a la situación no podían cruzar todavía… así fueron pasando los días, la angustia de la familia crecía pero sus sospechas también, hasta que una llamada les confirmo lo peor.


“Me hablan de la embajada y me dicen que sí, que mi esposo estaba ahí, pero que mi esposo no estaba vivo... que había sido uno de los cuerpos que habían encontrado ya que estaban muertos... yo ya no pude recibir la llamada, fue mi mamá la que lo recibió porque yo ya no podía más", señala Adriana Guadalupe González, su esposa, hoy viuda.

Desde entonces, todo ha sido un martirio para la familia, que le rezan a su foto y le encienden veladoras mientras pueden despedirlo de cuerpo presente, su suegra relata que tuvo que identificarlo a través de fotos pero que ya no parecía él, sus ojos estaban irreconocibles y lucía deshidratado, en muy malas condiciones.

"Dejó un gran vacío para todos, para todos que acá vivimos, que lo queremos", cuenta su tía María Antonieta, ahora ya solo faltan horas para que puedan reunirse con él y darle el último adiós, lamentando que el destino no le haya permitido cumplir el sueño americano, y que ya no puedan volverlo a ver.

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