top of page
  • AGENCIAS

La aventura de ser mamá: El síndrome de agotamiento parental

Tuxtla.- Esta semana ha sido bastante pesada para mí, Elisa ha estado muy demandante, con la pila al 110 por ciento, pidiendo mucha chichi y muy pegada a mí, mientras en el trabajo también he estado bastante absorbida, por lo que la semana me pasó lentísima.



Me ha estado tocando irme a trabajar a las 6:30 de la mañana, a veces me da tiempo de darle pecho antes de irme, a veces no, incluso una vez se quedó despierta desde esa hora; por lo regular regreso a las 8:30 y ya me está llorando o esperando con ansias para otra toma, y yo no puedo hacer otra cosa del trabajo sin antes ir a verla, lo que me parte un poco el día.


Creo que es normal, ella está acostumbrada a levantarse a las 7:30-8:00 y tenerme ahí a lado, le doy pecho y se despierta de buenas, hay días que sí la he encontrado aún dormida o tranquila, jugando, pero está muy apegada a mi por el pecho y esto me ha hecho incluso considerar el destete.


Después de darle pecho, le hago el desayuno y nos sentamos a desayunar, luego se pone a jugar en el cuarto donde tiene un montón de juguetes, su casita, su alberca de pelotas... tiene todo, pero prefiere estar tocando nuestras cosas, el ventilador o el bote de basura, por lo que aún no la puedo dejar solita, la tenemos que estar supervisando, y aunque a veces me dispongo a redactar mis notas en lo que ella juega, me interrumpe cada cinco minutos con sus travesuras o pidiéndome más chichi.


Eso es lo agotador, pide mucha atención y cuando me doy cuenta, ya es la hora de la comida, interrumpo mi trabajo para comer y después llega mi hora límite para entregar la productividad, por lo que tengo que trabajar a las carreras... y coincide con la hora en la que Elisa tiene sueño y me pide más chichi para dormir su siesta.


Así siento que el día no me rinde, siento que me la paso todo el día trabajando por poquitos, cuando ella se duerme aprovecho a terminar el resto de mis notas o a veces de plano me gana el sueño y también cabeceo, y así se nos va la tarde... hasta que llega la hora de bañarla, darle de cenar y hacerla dormir, y últimamente me quedo dormida con ella, despierto ya casi a media noche y ya se me fue otro día.

Es mental y físicamente agotador... y aunque Rodrigo está en casa y también él la ve, solo puede hacerlo por ratos, porque ella llora y pide estar solo conmigo, y tampoco me puedo esconder de ella. Hay momentos donde sí necesito que se quede con él y se ponen a jugar, pero la mayor parte del tiempo, ella solo quiere estar conmigo... es algo hermoso pero desgastante al mismo tiempo.


Justo esta semana, estuve leyendo en la cuenta de una mamá a la que sigo (@anapaolalynch) sobre el síndrome de burnout o agotamiento en papás, y me pude identificar con algunos aspectos, como el hecho de sentirme culpable por querer tiempo para mí, el que a veces se me haga pesado cuidarla, o siente que necesito más ayuda.


El término se refiere a los altos niveles de estrés que deja cumplir con el rol de madre o padre, al principio aplicaba para los papás de niños y niñas con necesidades especiales, pero hoy en día se sabe que afecta al 14 por ciento de los padres y madres en general, y a diferencia de la depresión, este agotamiento sólo se relaciona con temas de crianza y con el rol que ejercemos como padres.


Algunas características de este síndrome, que ha incrementado durante el confinamiento por el hecho de estar encerrados con los niños, son el agotamiento excesivo tanto físico como mental relacionado con la crianza; un distanciamiento emocional con los hijos; la pérdida de placer por la crianza y la sensación de que no somos los mismos padres que éramos antes.


Sin duda hay muchas alternativas para contrarrestarlo, como fomentar actividades en familia para salir de la rutina, hablar con los hijos para hacerles ver cómo nos sentimos y qué necesitamos, así como establecer roles o turnos entre ambos padres para repartirse la carga, algunas de estas no las puedo aplicar con Elisa siendo tan pequeña, pero sin duda algo tiene que cambiar para que esta semana no sea tan pesada.


Ser mamá -y también papá- es un sube y baja, pasamos por muchos momentos felices y otros un tanto desesperantes pero es parte de este proceso, hay momentos donde necesito mis cinco minutos a solas, y luego llega la noche, la veo dormir tranquila y ya la quiero despertar porque la extraño. Así es esto.

39 visualizaciones

Entradas recientes

Ver todo
Banner GOB.jpg
Cambio climático 950x125 copy.png
bottom of page