top of page

La aventura de ser mamá: La importancia de tener una tribu

  • ALEJANDRA OROZCO
  • 16 feb
  • 3 Min. de lectura

Maternar es una responsabilidad que no se le da a todas por igual: algunas no quieren, otras no pueden, a otras les cuesta, hay a quien se le da facilísimo, de forma natural, y lo cierto es que todas las formas de hacerlo son respetables y admirables, porque se hace lo que se puede con lo que se tiene, e incluso, muchas lo hacen solas.

ree

Indudablemente, la carga de la maternidad es mucho más ligera si se comparte con un compañero de crianza, pero además del papel que juega la pareja o padre de los hijos, está la figura de la comunidad, la red de apoyo, la tribu que sostiene a mamá y la ayuda a hacer este trabajo acompañada.

Y sí, es un trabajo, porque te requiere esfuerzo físico, mental, una exigencia 24/7 que no tiene vacaciones ni días feriados, que se asume con amor, pero a su vez requiere de mucho apoyo y contención para poder llevarse a cabo, en todo eso estuve pensando esta semana, mientras hacía la dura labor de criar.

En mi caso, yo amo ser mamá y a mis hijas, pero siento que no nací para ser mamá, sino que me cuesta todos los días: la paciencia, la imaginación para seguirles el juego, la espontaneidad de volver a ser niña con ellas, las palabras adecuadas para guiarlas, el malabarear con todas las responsabilidades del día a día y no morir en el intento, me doy cuenta que es el mayor reto al que me he enfrentado en la vida.

Todas las noches me siento culpable de no haber sido lo suficientemente buena mamá, y me despierto dispuesta a volverlo a intentar, y me doy cuenta que para otras mamás en mi entorno les sale lo más natural y veo a sus hijos tan bien portados y felices, así como veo a otras con las que me identifico, que también les cuesta, igual que a mí, y es donde no te sientes tan mal.

En estos días he podido compartir experiencias con otras mamás de mi círculo, tanto amigas como compañeras, y veo que todas tenemos nuestras luchas, a unas nos cuestan más ciertas cosas y otras las tienen muy dominadas, también depende de la personalidad de cada hijo, pero no por eso dejo de admirarlas por el gran trabajo que están haciendo, y trato de no sentirme menos, aunque tenga más áreas de oportunidad en mi maternidad, por decirlo así.

ree

Sin embargo, el simple hecho de poder platicar lo que vivo día a día, escuchar lo que otras viven, o hablar de otras cosas que me despejen y me hagan reír, hace más ligera la carga, resta expectativas, es más real, me ubica los pies en la tierra y me hace ver que somos miles y millones que tratamos de sacar a nuestros hijos adelante y criar buenos seres humanos.

Tengo otras mujeres cercanas que aún no son mamás o no quieren serlo, y agradezco mucho su apoyo en momentos de desesperación, su comprensión, todas las pequeñas cosas que hacen y con ello comparten conmigo la labor de ser mamá, quizá me ven y se les quitan las ganas de tener hijos, quizá todo lo contrario, pero no cabe duda que las mamás jugamos un papel fundamental en la sociedad.

Y bueno, aquí estamos, ya a mediados de febrero, lidiando con el calor intenso y los mosquitos, a punto de cumplir cinco años de haberme convertido en mamá, los cinco años más retadores, llenos de dudas, miedos, pero también de las experiencias más bonitas e insuperables que encierra la aventura de ser mamá.

Comentarios


Banner GOB.jpg
Cambio climático 950x125 copy.png
Estar Consiente.jpg
bottom of page