La Columna: Cuidado con tus deseos…
Está mal generalizar, eso lo sabemos todos, porque a pesar de la tendencia, es evidente que en los medios siempre habrá quien se tome el tiempo y con mucha calma, pueda manifestar sus inquietudes desde la objetividad y no desde ese sitio cómodo que tienen los medios deportivos, que normalmente tienen línea editorial dependiendo de la empresa en cuestión o de los intereses económicos.
Pero es de sorprender que, en la actualidad, todos los que pedían a gritos un cambio en la Selección Nacional, que Jaime Lozano no estaba listo, que no era el indicado, que cometía muchos errores, que se dejaba hacer convocatorias y cuando las hizo, no dio resultados. En fin, el entrenador no estuvo nunca en un nivel de aceptación mediático, que le entregara un poco de tranquilidad para trabajar.
Y dentro de todo el asunto, quienes señalaban que el problema no era el entrenador, que si se necesitaban cambios estructurales; por otro lado, la continua queja sobre los intereses metidos en la federación y cómo condicionan a la Selección y ahí nos la llevamos con estos detalles en los espacios, actuales y tradicionales.
Pero llegó el cambio, con un proyecto a mediano plazo y ahora resulta que, desde las formas, de nueva cuenta no hay manera de dar beneficio de la duda y puede que por experiencia no será necesario, porque todo el mundo sabe cómo funciona nuestra federación, quien la maneja y qué tipo de decisiones toma; sin embargo, nos encanta protagonizar dramas con cada uno de esos temas y más si han estado inmiscuidos los medios.
Javier Aguirre va a vivir una tercera etapa al frente del Tri, va a dirigir su tercer mundial y de paso, terminará de formar a Rafa Márquez para que se quede en el relevo. Estaba cantado, pero no se hizo antes porque el “vasco” tenía contrato en España y ahora, desempleado, pues tenía el camino llano para dirigir a su Selección.
No parece mala idea, pero es evidente que Aguirre tiene sus normas, sus modos, su estilo… o al menos eso creen quienes ya comenzaron a “analizarlo”, sin conceder que, durante los últimos años, puede ser que se quiera cobrar algunas revanchas tras su fallido paso por Rayados, o bien haya encontrado un modo en el que los medios ya no sean tan relevantes y eso ya comenzó a pesar.
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