- Annete Lewis
La Columna: El lector iracundo
Tras el texto del sábado, en el que tocamos un tema delicado y de cómo las reuniones que realizan los candidatos con “deportistas”, eso no es hacer deporte y lo dijimos con mucha claridad, desde los que aspiran a ser diputados, hasta los que van para alcaldes y gobernadores; de los candidatos a la presidencia no hablamos porque no pintan con algún deporte en específico.
Pues bien, un lector bastante molesto por lo que pudimos leer, expuso un punto importante, que me parece idóneo detallar para que nos entendamos y que se sepa, siempre, concebido como un espacio de opinión, esta columna no tiene la razón, solamente habla de una perspectiva sobre temas relacionados directamente con el tema deportivo, la mayoría de las veces; sin embargo, ahora que es tiempo electoral, no está demás analizar lo que hacen respecto a ese rubro los candidatos, es muy común, pero no deja de ser una opinión basada en información.
Que esas reuniones denominadas “consejos consultivos” o los “diálogos de construcción” ya se realizan demasiado tarde y no tienen sentido, es bien sencillo. En el caso de los que “pintan” para ser los elegidos por el voto del pueblo deben tener construida gran parte de su estructura y de esa estructura, en materia deportiva, ya deben tener un diagnóstico del problema y varias soluciones, eso es una campaña porque, ustedes han de disculpar, preguntarle a la gente únicamente para hacer ruido, tomarse fotos y “hacer deporte”, no tiene ningún sentido.
Las consultas, los diálogos y todas esas cosas van tarde y representan una idea de no encontrar aún a los que pueden hacerse cargo y en el tema del deporte es muy simple, todos los que hoy podrían aspirar a nivel estatal o municipal, ya tienen paso por algún cargo de ese tipo y lo único que deberían revisarles de inicio, son los valores, como el asunto de lo aptos y sus antecedentes en dichos cargos (aunque es obvio que hoy no tengan un proyecto, si ya han trabajado en eso)
En fin, no podemos quitar el dedo del renglón, no deja de ser una opinión, como en su momento anticipamos lo mal que lo haría Tania Robles y miren, cinco años y algunos meses después, no estábamos tan equivocados en este espacio.
