top of page
  • Annete Lewis

La Columna: Es más que bases


Luego de que surgiera el proyecto de Estudiantes del COBACH, que se mantuviera y creciera mucho otro como el de Lechuzas y que otros vayan buscando mejoras, como la UDS, es evidente que, en algún momento, no se puede perder la oportunidad de presenciar alguno de estos juegos y poder percibir de mejor forma lo que están trabajando y cómo lo están consiguiendo.

Era muy atractivo el Lechuzas vs Estudiantes, porque de alguna forma, intercambiaron jugadores, han sido proyectos que tiene mucho de parecido y en lo que va del torneo en la Tercera División Profesional, han tenido desempeños diferentes, pero lejos de poder concentrarse en lo que iba a suceder en la cancha, fue algo deprimente estar en una tribuna. Crea que el ambiente que se extiende entre los asistentes, está muy lejos de lo que sucede en la cancha.

Pero sí se logra transmitir intensidad mal enfocada. Hay ocasiones en las que los gritos innecesarios terminan por intervenir en la concentración de algún jugador y aparece alguna patada que no va, alguna decisión errada.

“Árbitro, ¿de qué lado estás?”, fue un grito que me obligó a ir a buscar un árbol cercano y alejarme de ese bullicio que no suma, porque el padre quiere jugar un papel que, en muchas ocasiones, su hijo no puede, porque futbolísticamente es limitado o simplemente porque el rival es superior. No se analiza, no se apoya como corresponde. Solamente hay que ir a gritar lo que sea, que suene en contra del rival.

El aficionado, principalmente familiar, ya ha protagonizado un par de altercados en juegos de esta categoría, principalmente entre equipos chiapanecos y después, son los que exigen que haya juego limpio, que se respeta el reglamento, que los árbitros sean perfectos y que los rivales pierdan siempre. Es lamentable escuchar las agresiones verbales que en muchas ocasiones no son necesarias, pero que se consideran un arma que pueden usar a favor. Nada más perjudicial que ese pensamiento.

Nadie observa lo que los equipos intentan, si les está funcionando, si algún jugador no está en un buen día, ni de su mismo equipo, hay que agredir, gritar improperios y entre más altisonantes sean, mejor. Una pobre cultura que nos va identificando y que suma a esa base que uno busca en un jugador que quiere ir a una categoría superior, mentalidad y buen comportamiento. No existe.

18 visualizaciones

Entradas recientes

Ver todo
Banner GOB.jpg
Cambio climático 950x125 copy.png
bottom of page