La Columna: Hablan ahora, pero…
Escuchar las voces de jugadores menores de 23 años, quejarse por no asistir a los Juegos Olímpicos en el futbol, vaya que sí, desnuda los procesos incumplidos en el futbol mexicano y sin querer, lo que parece un lamento debería ser considerado un “mea culpa”, porque si de alguna manera México fracasa por malos procesos, que los jugadores no puedan identificar eso, los convierte en parte del problema.
Son muy raros los casos de quienes son más críticos con ese asunto, aunque deberían tener un mejor panorama para explicar lo que sucede y quizá ahorrarse salir a lamentarse ante las cámaras, porque es bien sencillo.
Si la generación de futbolistas es buena, esta compromete a que el entrenador esté a la altura, pero imaginen que Luis Pérez, ex jugador del Necaxa y de Rayados, fue el que se hizo cargo de ese conjunto que no calificó a la justa parisina; seguro se puede poner ahí a un estratega con mayor jerarquía en el banquillo, para poner a jugar a los jóvenes; después, nadie duda que en categorías menores, México es importante, pero no avanzar a estas justas deja en evidencia una tendencia en nuestro país, logras algo importante y en lugar de aprovechar el momento para corregir lo que se hace mal desde la victoria, comienzan a ceder terreno con los viejos vicios y prácticas que suelen cortar procesos; al final, el resultado salta a la vista.
Doble medallistas y ahora espectadores, sin duda un fracaso rotundo; sin embargo, para los jóvenes futbolistas de la Liga MX, no hay que olvidar que, si los equipos no lo desean, no estarían en dicha selección, porque no es un torneo convocado por FIFA y no están obligados a ceder a nadie y eso también le resta un poco de seriedad. Hay quienes, veteranos, refuerzas a sus selecciones, como Argentina que tiene a Otamendi y Julián Álvarez, pero que eso no les asegura el éxito, tuvo que batallar con Marruecos en el debut olímpico y es donde México, sabe, que puede hacer grandes cosas, pero los procesos normalmente se coartan en algún momento del camino.
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