La Columna: Hay muchos comodinos
- Annete Lewis
- 23 jun
- 2 Min. de lectura

Que cada vez sean más voces las que señalen el actuar del director del Instituto del Deporte es bueno, porque quizá la gente que hace observaciones de ese tipo, que están relacionadas con la “fuente deportiva”, quizá no tiene tanto escaparate, pero cuando los politiqueros echan una miradita para estos temas, es reconfortante, porque trasciende a ese plano, donde las “altas esferas” temen verse reflejadas.
Pero no deja de intrigarme que, el ejercicio periodístico se reduzca a los intereses, al gobernante en cuestión, si hay afinidad o si de plano, hay que buscar por dónde y a quién tirarle y como la moneda cae en el Instituto del Deporte, sin reconocer un objetivo definido para echar tierrita al dirigente en cuestión.
Aquí, para quien salga a decir que están pendientes, me gustaría saber ¿dónde estaban cuando se dio el lamentable suicidio de una judoca, muy joven, hace algunos años?
En el Indeporte, por lo menos los pasados seis años, sucedieron situaciones bastante complicadas como para reducirlo a un ataque que hasta parece dirigido a un servidor, quizá por intereses cercanos, quizá porque hay una disputa política en la que el daño colateral es ese personaje, pero es evidente que, los señalamientos son de otro tipo y no por su actuar en lo que debe; es decir, le van a comenzar a dar por la “carnita” que busca el politiquero, sus relaciones, amistades y ese tipo de cosas, porque de lo deportivo, es complejo esperar que estén tan inmiscuidos.
Ahora bien, pobre Sánchez Osorio, que parece tener “dominados” a los que anticipaba como sus adversarios mediáticos, pero le están saliendo esos, con los que se debe “negociar” diferente, con los que se debe tener un buen trato, porque si sus aspiraciones es continuar en la política (dicen que en dos años quiere una curul), hay que comenzar a hacer chamba extra y ahí también, no contar con el soporte o con la gente de “confianza” en el asunto de los medios, ya está dejando en evidencia que, no la debe estar pasando bien…
Imaginen si se enfocaran en lo deportivo, en cómo el medallero lo ven cada vez con los ojitos entre cerrados, porque ahí está puesta una de las esperanzas para “limpiar” un poco lo que está enturbiando su entorno, que ya estaba turbio desde su llegada, pero que le ha crecido cola desde otros frentes.
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