La Columna: Hay que llamar al orden
- Annete Lewis
- 25 jul
- 2 Min. de lectura

Cuando hemos platicado de lo inoperante que es el Instituto del Deporte Tuxtleco, no es que estemos inventando, pero es sabido que, en el proceso de tener la menor responsabilidad posible, descuidan muchos puntos que deben ser relevantes, partiendo desde los espacios públicos destinados a la práctica deportiva, en parques públicos o en colonias de la capital. Los han dejado en manos de quién sabe quién y al final, se vuelven negocios de unos cuantos y no promueven la práctica deportiva, como fue el motivo que los originó.
Caña Hueca ha sido la forma más sencilla de usar los espacios públicos para lucrar, cobran todos, todo, y pocos son los que realmente se ocupan en promocionar la salud mediante del deporte, de forma gratuita y para todo aquel que lo requiera, como parte del engranaje social que se necesita para funcionar de buena forma. Canchas rentadas, espacios cedidos y sitios que se tiene secuestrados, por ligas que trabajan sin rendir cuentas ni a sus mismos equipos.
Desde hace unos días, se ha estado formando un tema en el softbol, del que seguro habrá más, porque ya se convirtió en una bola de nieve que cada vez crece y deberán pues las autoridades, primero del parque y después las del deporte municipal, las que deban llamar a cuentas.
Un grupo de softbolistas comenzó a exigir a sus “autoridades”, aclare procesos por los que han tomado decisiones, pero no han obtenido respuestas y han decidido comenzar a seguir hebra hasta conseguir que, un espacio público no puede convertirse en privado y mucho menos, crear en él, una especia de dictadura deportiva.
Revisar quién y cómo dirige las competiciones es necesario, vigilar que, en los espacios deportivos, se trabaje con transparencia principalmente y que no se vaya por la vida, pensando que son dueños de un espacio, al final, solamente coordinan la actividad en un espacio que deben utilizar bien.
Pero ni el Indetux ni Caña Hueca, le saben a la movida, ahí hay dinero de por medio, documentos firmados y reglamentos que se hacen flexibles a modo de los dirigentes y sus beneficios, pero ya llegará el momento en el que se deban encontrar soluciones, porque los softbolistas así lo están pidiendo.






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