La Columna: La sinceridad de Gil…
- Annete Lewis
- hace 1 día
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Es inexplicable que, una simple declaración que se basa en una inocencia, que encuentra base en un entorno que facilitó llegar a un plano inimaginable, resulte tan compleja de entender y haga que, nosotros los chiapanecos, podamos hacer que nos sintamos despreciados; sin embargo, siempre arropamos al que llega a esta tierra y con el paso del tiempo, y el cariño de su gente, termina siendo adoptado, lo festejamos por decir que se siente de esta tierra y eso vamos y lo presumimos, pero si alguien más lo hace, a la inversa, nos sentimos agraviados.
No es tema, pero es una realidad que hoy parezca que Gilberto Mora Zambrano ya no es querido por los chiapanecos, porque desde los 7 años se fue a Tijuana y allá, encontró algo que en Chiapas ya no existe. ¿Debió quedarse en Chiapas siempre? Y cómo iba a desarrollarse futbolísticamente, en las canchas de Caña Hueca, por ejemplo; en fin, que hoy ese joven surja en el ámbito futbolístico y que podamos “presumir” que nació en Chiapas, en gran parte es resultado de su estancia en Tijuana, en la estructura de Xolos, que va mejorando cada vez más en un futbol que “olvidó” a plazas como la de Jaguares, que sigue luchando.
Nos ha pasado que, por ejemplo, Aremi Fuentes despuntó grande, pero representando a otro estado, ella ya había representado a Chiapas y México en el plano internacional, antes de encontrar en Baja California, el mejor entorno deportivo y después, culpamos a las autoridades por “forzar” su partida a otro estado.
En el caso de Mora y el futbol, las mudanzas constantes y no cabe duda que, a muchos futbolistas les toca ver a sus hijos nacer en alguno de los sitios en los que jugó, sin que eso tenga que ser un condicionante. Hay ocasiones que, cuando sucede con los extranjeros, pero en el futbol, con los nacionales, es evidente que el papá regresará a casa y a partir de ahí, la descendencia puede ir cambiando de colores, sin estar obligado a “volver” a donde nació.
Pero el aficionado chiapaneco, puede ser que nunca supo que Gilberto Mora Olayo, el que anotó aquel gol que salvó la franquicia en Chiapas, tenía un hijo nacido en Tuxtla Gutiérrez, o lo sabían muy pocos. Tampoco saben que Mora Olayo tiene negocios en Tuxtla, que de vez en vez se aparece por Tuxtla, pero hasta físicamente no lo recuerdan como para el drama que hacen en la actualidad.