La Columna: Los contrastes son malos

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La goleada ante Uruguay hizo que todo el mundo comenzara a pedir la salida de Jaime Lozano y aunque varios fueron más detallistas con el rendimiento individual, la mayoría esperaba algo radical, la Copa América en puerta y querían sangre porque en las ùltimas ocasiones, la disputa es ver quién le atina con precisión a la información del cese y de la nueva contratación.

Así ha sido también desde el tema mediático el entorno de la Selección Nacional, con quien intenta encontrar razones deportivas y que son precisas, pero quien toma decisiones no prioriza, le interesa mejor el siguiente compromiso, la siguiente gira, los ingresos del merchandising y ese tipo de situaciones que giran en torno a un futbol bastante limitado deportivamente.

El duelo ante Brasil le puede devolver la sonrisa a muchos, pero tampoco es un juego brillante, son jugadores que, desde lo indivdual, supieron que no se permitirían dos exhibiciones malas consecutivas ante estos rivales y olviden eso de “siempre le jugamos bien a Brasil”; porque Brasil si se sabe superior hombre por hombre y puso su equipo más alterno, cuando ingresaron las figuras y a pesar del empate, tuvo la calidad de solucionar el problema en una pincelada de Vinicius con Endrick que cerraron el triunfo brasileño.

No es que México haya sido brillante, es que intentaron superar la goleada y Brasil los consintió, es un resultado que suma a lo anímico, pero que obliga a que el nivel solamente vaya en ascenso para el evento continental. Es vital dejar una impresión grata y que este proyecto que ya se sujeta con alfileres, pueda encontrar un poco de paz entre la vorágine mediática.

Ya después está el caso de Malagón y todo el asunto que se ha mencionado, que si el portero no quiso ser exhibido ante Brasil, Julio lo hizo espectacular y seguramente Rangel igual, pero lo del portero del América… Nos hemos pasado la vida diciendo que es necesario el cambio generacional, pero por situaciones como ésta, sin conocer las razones a detalle, es por lo que facilita que Ochoa siga de perpetuo en la portería tricolor.

Pero es evidente que hay on contraste entre Uruguay y Brasil y en eso debe enfocarse Lozano, volver a experimentar con jugadores. Guillermo Martínez tiene cosas de Borguetti, pero es evidente que Jiménez y Martín tienen soporte mediático y competir en esa desventaja no es sencillo.