La Columna: Nada mejor que la verdad

Dicen por muchos sitios, informativos preferentemente, que en Jaguares de Chiapas no están para andar formando talento, que rescataron el nombre para que este proyecto, como primer objetivo, sea campeón y para eso habían conformado un plantel bastante amplio y con mucho talento, con jugadores experimentados en Liga de Expansión y uno que otro que ya probó Liga MX; es decir, no hay forma de que este equipo no consiga ese objetivo que pregonan.
No es que sea malo intentar ser campeón, aquí afirma todo el mundo que no habrá nada que pueda reforzar esa pasión que tienen por el conjunto naranja, que conseguir algo deportivo, un título. Ya no nos pongamos exigentes con el ascenso, pero si este equipo sale campeón, verán cómo todo va diferente.
Pero en ese afán, parece que hay que justificar todo y la semana pasada fue convulsa en el seno felino, olvide de las quejas de los baños, del alumbrado en el exterior del estadio, de los precios que anuncian uno y en taquilla hay que pagar “servicio”, los cubeteros que obligan al aficionado a dejar de ver cómodo el juego, para bajar hasta la barra a comprar una cerveza, porque los cubeteros suelen subir el precio. Imagine todo eso y encima, chutarse un juego del que se espera mucho, pero termina pasando poco.
El arbitraje, el balón, el calendario, el balonero, el PF rival… en fin, hay tanto de qué hablar como para centrarse en algún “pretexto” para justificar que, si bien este equipo sigue invicto y marcha en el cuarto puesto general, a un punto del líder, también hay que decir que ya dejó escapar cuatro puntos como local, que lo tendrían de líder absoluto y cómodamente y que esta semana, tras la suspensión de dos elementos importantes, deja en evidencia que sin el 9 no hay quien meta goles y sin el lateral por derecha, sufren demás para tener orden en la presión, en la recuperación post pérdida y sobre todo, cuando el rival ocupa los costados. Los porteros también tienen sus asuntos y hay que revisar los cinco juegos que se han disputado.
No ser campeones pondría en perspectiva un proyecto que, afirma, no ser formador, es sencillo como para que la gente que ve futbol no se percate que, ante una situación compleja, abundan los justificantes.
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