La Columna: Nada que reclamar
- Annete Lewis
- hace 4 días
- 2 Min. de lectura

Voy a aprovechar que dieron tregua nuestros seguidores basquetbolistas nos dieron una tregua, de los reclamos sobre nuestra apreciación de los “profesionales” que se están armando en la Perla del Soconusco, nos mueve hablar de lo que sucedió en la Nations League europea, en la que, sobre todos los pronósticos, un veterano de 40 años, comandó a una selección nada favorita, a vencer a la todopoderosa España de Lamine Yamal.
Sí, claro que hay que entender que el español es un chico de 17 años, pero eso deberían pensar quienes le quieren endosar la responsabilidad del futbol español, del Barcelona.
Sí, todo el mundo dice que Pedri, Fermín, Gavi, Cubarsí y todos los demás jóvenes del Barcelona, son responsables del éxito que tuvieron en la pasada Eurocopa; es más, afirman que tienen de nueva cuenta la pelota y que saben qué hacer con ella… cuando ganan, porque cuando la corriente no es a favor, lo demás no sirve o no tiene valor.
Es tan sencillo que, en esa carrera que marcaron entre Messi y Cristiano Ronaldo, en la que Messi parece separarse del resto tras el mundial que, al fin, pudo ganar en Qatar, nadie se tomó el tiempo para que, en el tema Selección, a Cristiano se le entregara el mérito de llevar a Portugal a ganar algo con su selección mayor en toda la historia, porque a pesar de haber contado con grandes jugadores, como Eusebio, Rui Costa, Figo y una lista de talentosos, al final tuvo que ser con Cristiano cuando los portugueses llegaran a una final, que perdieron en casa y después, a ganar una Eurocopa y convertirse en el primer equipo que gana en dos ocasiones la Nations League. Portugal antes no había ganado nada.
Ahora, la disputa que se desencadenó por la imperiosa necesidad de ver a un español ganando el balón de oro, por segundo año consecutivo esa nacionalidad lo haría, ha colocado en Lamine Yamal, una presión que ningún joven necesita y que si no está guiado de manera correcta, pronto veremos situaciones indeseables con el talentoso joven, que el pasado domingo recibió una de las lecciones que debe aprender, Cristiano está considerado entre los más grandes de la historia, con 40 años de edad, sigue predicando un liderazgo que, si bien parte desde lo que muchos llaman “chulería”; después en la cancha demuestra el nivel. Al joven del Barcelona, le faltó destacar cuando su equipo lo esperaba y todos los españoles querían que fuera algo que todavía no consolida, un buen jugador.
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