La Columna: No es culpa de “Jimmy”

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Aunque sea al más fácil de señalar, el actual estratega de la Selección Nacional terminó convirtiéndose en lo que más odiaba… quizá.

Justo en el medio de resultar agradable para los seleccionados, para las “vacas sagradas” y tratar de tener contentos a sus patrones, a los dueños del balón, seguros estamos en este espacio que a Jaime Lozano le sobran ideas, nombres y formaciones para esta selección nacional, que podría hacerla jugar bien al futbol, pero no está en sus manos, hay que escuchar a todos y atarse de manos para tomar decisiones.

El juego ante Uruguay terminó como un insulto a Marcelo Bielsa, así lo expresó el estratega argentino que dirige a la Garra Charrúa sabedor de que éste, al que goleó 4 – 0, no está ni cerca de ser el mejor equipo que México puede poner en una cancha; pero, se sabe en México que puede ser peor.

No hay forma de encontrarle solución a una problemática que nadie está interesado en resolver. Claro que el problema tiene un diagnóstico preciso y con muchas soluciones, pero quien realmente toma las decisiones no está interesado en que suceda algo importante.

México será sede del mundial y tiene su lugar asegurado en el mundial más atípico de la historia, razón demás para mantener el tema deportivo en stand by, primero es más importante la remodelación del Azteca, que el BBVA esté en su mejor forma y que el Akron los secunde, para poder buscar captar la mayor cantidad de dinero, total que México ya está.

Lo que sucedió en Qatar volvió a iniciar ese ciclo repetitivo y no importa mucho el entrenador, créalo, se puede llamar Ancelotti, Mourinho, Guardiola; es más, pudo llamarse Bielsa, pero a nadie con ese cartel, le interesa venir a supeditarse a una estructura fallida, que en cada ciclo mundialista se exhibe, agradeciendo más a la geografía, que a sus propios avances.

Seguimos engañados con ser el “gigante” de CONCACAF, pero la confederación es eso, un sueño en el que muchos tienen como máxima aspiración, llegar a la última etapa de la Copa del Mundo, en eso estamos convertidos, unos gigantes en un área de enanos.