La Columna: No son deudas actuales
Es lógico que los rumores están a la orden del día, es evidente que, en esta etapa, en la que se están buscando las formas de recuperar algo que se perdió de fea forma el prestigio por una muy mala administración, sean los obstáculos por los que hoy hay que transitar para dicho rescate. Pero información real no existe más que la que pueden emitir los interesados, el resto es especulación.
Retomar información de un texto de opinión, como éste, por ejemplo, no siempre lleva una dosis de certeza. Quizá de repente hay quien analiza, se informa un poco o a medias y trata de dar una versión apegada, pero no siempre es real. Si hay una nota informativa como tal, que cita fuentes, eso sí tiene más certeza.
Contarles que el tema de Jaguares y su vuelta a la vida era complicado, no resultaba con el afán de ser negativos, se intentaba expandir lo más que se pueda la versión más apegada a la palabra de los protagonistas; sin embargo, hoy se habla de que alguien no quiere a otro por deudas, pero todo se queda ahí y se le aumentan algunas cosas, dependiendo de los intereses de cada uno.
La parte contraria a esa publicación que retomó todo el mundo, es la de la “parte afectada” quien expone a su círculo más cercano que, no es un asunto de adeudos que puedan tener “los Orantes”, o “Cafetaleros”, sino el tema de muchos adeudos que dejó el antiguo Chiapas FC y hay quienes no siguen la corriente de traer de vuelta a un equipo, en una plaza, que dejaron bastante maltrecha los últimos que dirigieron el equipo en la Liga MX.
Dicen que hay una versión que afirma ya algo de desesperación por luchar contra los problemas que alguien más dejó y que si no se consolida lo de la Liga de Expansión, es probable que para el próximo ciclo futbolístico nos quedemos únicamente con equipos de la Tercera División Profesional.
En fin que, sí, hay un tema que tiene detenido el asunto de Jaguares FC y que no necesariamente es que “no quieran” a los Orantes, es más un asunto de resanar lo que todavía persiste de aquellos Jaguares descendidos, aquella novela en el draft de Cancún que finalizó con un sinfín de reporteros persiguiendo a Carlos López Chargoy.
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