La Columna: Se cumplen dos semanas
- Annete Lewis
- 20 jul
- 2 Min. de lectura

Bueno, justo este lunes, se cumplen dos semanas de la destitución de Adonaí Sánchez Osorio en el Instituto del Deporte y el nombramiento de Bárbara Altúzar como nueva mandamás de esa oficina y hasta el momento, en dos semanas, todo han sido recibir medallistas y fotos en un par de eventos, pero de alguna conferencia en la que detalle, por ejemplo, qué va a suceder con Talento Chiapas y todos sus involucrados, o si algún proyecto que ya estaba echado a andar y que se puede mantener, como también, anunciar si ella tiene algún proyecto para ser implementado, pero que no sea lo que alguien más hace y que se une el Indeporte; no, es necesario que desde la silla de la directora, se conformen proyectos y no únicamente fotos por aquí o fotos por allá.
También, es quizá esperado que los cercanos del ex director ya hubieran entregado el cargo, más si se encontraban en algún puesto de confianza y eso es sentido común, ¿cómo pueden generar confianza si la confianza se las daba alguien más?; sin embargo, que hasta el momento ya les haya cambiado el rostro y por ahí aparezcan ya en una que otra foto, pero ya en sus redes ya no resalten su participación en los eventos y esas cosas, confirma que en Chiapas, lo que más se ansía en algún momento, es que algún amigo queda en el gobierno y poder acceder a esos beneficios. Y pensar que, para poder abrirles espacio, hubo jubilaciones forzadas y varias renuncias que tenían por objetivo, cambiar la plaza a algunos con muchos años, para que los “amigos” pudieran acceder a los beneficios.
¿Tiene confianza la nueva directora de esa herencia?, en estos pocos meses hubo quien metió mano, hablándole al oído al ex director, para tomar cierto rumbo, para que se realizaran algunos eventos o se beneficiara a tal o cual, algo que sucede comúnmente pero que es necesario entender, las decisiones hasta ahora, no son como que lo más alentador y es en gran parte, responsabilidad de una plantilla que lleva ya algunos sexenios realizando actividades que no han sumado a mejorar las condiciones de los deportistas.
¿Cuánto habrá que esperar para conocer el proyecto de Bárbara Altúzar en el Indeporte?, o se trata de un movimiento más político que deportivo, partidista y de premio por hacer “estructura” para los colores en poder. De alguna forma, quien llega a ese puesto tiene la obligación de proponer, pero ya van dos semanas, por lo menos, para tener un diagnóstico de lo que sucedió en estos meses y las formas en las que se va a enderezar el camino.






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