Los fósiles más antiguos de un extraño animal son en realidad algas
Un nuevo estudio ha revelado que los fósiles más antiguos de lo que se creían criaturas marinas prehistóricas son en realidad algas marinas, según publican en la revista ‘Nature’.
La investigación, llevada a cabo por expertos de la Universidad de Durham (Reino Unido) y de las universidades de Yunnan y Guizhou (China) ha descubierto que los fósiles, que hasta ahora se consideraban los briozoos más antiguos, son algas verdes.
Esto significa que los briozoos –animales con tentáculos que vivían en colonias submarinas similares a rascacielos– son millones de años más jóvenes de lo que se pensaba, ya que sólo aparecieron en el periodo Ordovícico (hace 480 millones de años). Esto los convierte en el único grupo de animales fósiles que no apareció en la «explosión» del Cámbrico, un rápido estallido evolutivo 40 millones de años antes.
El retraso en la aparición de los briozoos demuestra que el Cámbrico no fue un periodo único de innovación, como se creía, sino que la evolución siguió forjando nuevos planes corporales a lo largo de un periodo mucho más prolongado.
Un antiguo material fósil descubierto en las colinas de China reveló «partes blandas» nunca vistas de ‘Protomelission gateshousei’, que se creía que era el primer briozoo. Este frágil tejido permitió a los investigadores interpretar a ‘Protomelission’ como un miembro del grupo de algas verdes ‘Dasycladales’.
«Tendemos a pensar en la ‘explosión del Cámbrico’ como un periodo único de la historia evolutiva, en el que se trazaron todos los planos de la vida animal –señala el doctor Martin Smith, coautor del estudio y miembro del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Durham–. La mayor parte de la evolución posterior se reduce a retoques a menor escala de estos planes corporales originales. Pero si los briozoos realmente evolucionaron después del Cámbrico, esto demuestra que la evolución mantuvo su toque creativo después de este período crítico de innovación: quizá la trayectoria de la vida no estaba grabada en piedra hace 500 millones de años».
Por su parte, el coautor del estudio, el profesor Zhang Xiguang, de la Universidad de Yunnan, explica que, «mientras que los fósiles anteriores sólo conservaban el esqueleto de estos primeros organismos, nuestro nuevo material revela lo que vivía en el interior de estas cámaras».
«En lugar de los tentáculos que esperaríamos ver en los briozoos, descubrimos simples pestañas en forma de hoja, y nos dimos cuenta de que no estábamos ante animales fósiles, sino ante algas marinas –añade–. Esto significa que los fósiles convincentes más antiguos de briozoos no evolucionan hasta el siguiente período geológico, el Ordovícico».
Los investigadores sugieren que, aunque el origen de los grupos de animales puede no haber sido tan repentino, las humildes algas desempeñaron un papel más importante en los primeros océanos de lo que se pensaba.
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