Madre pide por la libertad de su hija
- CARLOS LUNA
- 25 ago
- 2 Min. de lectura
Tuxtla.- En un acto de angustia maternal, Elena Socorro Ballinas se manifestó este lunes a las puertas de Palacio de Gobierno para exigir la liberación de su hija, una contadora pública detenida desde el pasado 30 de julio bajo la acusación de complicidad en un robo al Ayuntamiento de San Cristóbal de Las Casas.

La mujer relató que su hija —cuya identidad se omite por cuestiones legales— fue llevada “con engaños” y, según afirmó, aún no ha declarado.
“Injustificadamente me la llevaron. Y hasta este momento no me la entregan”, declaró entre sollozos durante un emotivo llamado a las autoridades.
En su defensa, Ballinas Zúñiga destacó la intachable hoja de servicio de su hija, quien cuenta con 23 años de trabajo en la Coordinación de Ingresos del municipio, donde se desempeñaba como contadora pública auxiliar.
Explicó que los cargos contra su hija —relacionados con un robo ocurrido el 24 de julio durante el depósito de fondos en un banco— carecen de fundamento. Aclaró que, si bien su hija realizaba el conteo del dinero, la persona designada para el depósito físico era un compañero, no ella.
La situación ha tenido un efecto devastador en la familia. La señora Ballinas, quien se declaró madre soltera, destacó el profundo impacto en su nieto de 12 años: “Él está llorando demasiado. Está destrozada la familia completamente”.
Además, reveló que la salud de su propia madre, de avanzada edad, se ha deteriorado tras conocer la noticia.
Uno de los puntos más alarmantes de su declaración es el grave estado de salud de su hija. La madre reveló que la mujer padece un trastorno mental desde hace dos años, una condición que se estaría “deteriorando demasiado” bajo el régimen carcelario actual.
Su petición específica es que se le conceda la libertad bajo arraigo domiciliario para que su hija pueda atender su salud, sin que esto obstruya las investigaciones. “Les pido y le ruego al señor gobernador, vengo a suplicarle que él instruya a las oficinas pertinentes para su pronta libertad”, imploró.
Finalmente, Elena Socorro hizo un último y desesperado llamado: “Le suplico, señor gobernador, me escuche esta petición, por favor, mi hija es inocente, inocente, inocente”. Anunció que presentará escritos formales tanto en la oficina del Gobernador como en otras dependencias para continuar su lucha por la libertad y la justicia para su hija.
Comentarios