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  • ALEJANDRA OROZCO

María de Jesús, una heroína sin capa

Tuxtla.- En esta ocasión, Paulina Conde y Alejandra Soriano nos presentan a una heroína sin capa que ha ayudado a miles de mujeres, y también es sobreviviente de cáncer: es María de Jesús Zavaleta, quien ha hecho un arduo trabajo acompañando a estas mujeres, y nos contó el gusto que le da estar aquí, pues Pau ha estado con ella en una de las partes más difíciles de su vida y eso no se le va a olvidar, cuando tuvo la última metástasis, ella estuvo en su casa ayudándole y al pendiente, uno de los peores defectos es olvidar a quien ha estado con nosotros en los momentos difíciles y no sabe por qué extraña circunstancia, han estado juntas en momentos difíciles, como después del terremoto en la Ciudad de México, eso formó un hilo que las unió, en el avión que Pau llegó ella se iba, se vieron a través del cristal en el aeropuerto y como en las películas, en ese momento surgió algo más con esa amistad; y es que contrario a lo que nos han enseñado, que ese vínculo solo se puede tener con una pareja hombre, también se puede crear y cuidar ese tipo de relaciones, que muchas veces priorizamos las de pareja y nos olvidamos de las que se van a quedar contigo toda la vida.


“Esa fue la primera parte difícil donde surgió otro tipo de relación, cuando llega la metástasis, Pau estuvo tan pendiente de mí, el doctor había dicho que era cáncer de huesos y me dieron la buena noticia entre paréntesis de que no era y ella llegó a mi casa, ha estado en momentos difíciles de mi vida y la quiero mucho, puede pasar tiempo sin vernos pero siempre pendientes una de la otra”, compartió.



Desde que Pau conoció a María de Jesús, reconoce todo el trabajo que ha hecho, independientemente de que ya trae una carga de la enfermedad a la que ha sobrevivido, tener el ánimo el amor para ayudar a otros, salvar vidas, dar acompañamiento, el humor, nunca quieres ver a alguien que quieres mucho en una situación así, verla débil, triste, deprimida y hoy que la ve, siente que está en su mejor etapa, tendrían que conocer la historia para decir que no tiene nada, ha tenido que lidiar y a pesar de lo que ha vivido está de pie, haciendo carreras para recaudar fondos, ayudando a mujeres, tiene una hija, va a ser abuela, por eso decía que es una heroína sin capa, según Pau; mientras tanto Ale, conmovida por lo que están compartiendo, reafirmó que Pau es ese tipo de amiga, esa mujer que te acompaña cuando lo necesites.

“En el 2000 me detectan cáncer, los médicos te lo dicen de una manera muy fría, te dicen: tienes cáncer y te queda poco tiempo, qué tienes que perder, tomas el tratamiento, de 2000 para acá he tenido tres metástasis, dos en el tórax y la última en el pulmón, me dijeron, si vives tres meses, vemos si llegas a los cuatro años, pero me dio una metástasis y a los siete años otra, emocionalmente te daña mucho, yo estaba peleadísima con Dios, tenía una hija chiquita y no la quería dejar, en 2010 me dicen: hasta aquí llegaste, me subía a la azotea cuando estaban durmiendo y lloraba como no tenías idea en una silla de madera, bajaba y veía a mi hija durmiendo y decía qué voy a hacer, me quedan días, empecé a pedir mucho y a los 18 días después de que el doctor me mandó a hacer otros estudios, cuando llego me dice: felicidades, tus estudios salieron bien, no entendía qué había pasado, con estudios en mano primero me decía que ya estaba invadido el pulmón izquierdo, pero más bien era el efecto de las radiaciones, comparamos y nada que ver un estudio con otro”, recordó.

En ese momento no le caía el 20 y en ese proceso dijo: tengo que hacer algo por otras mujeres en agradecimiento, empezó a ver de qué manera, al principio pensó que una fundación era fácil y fue descubriendo que al igual que ella todas tienen necesidades fuertes, le pedían ayuda para viajar a la Ciudad de México, para estudios, prótesis, pelucas, trámites, para comer y surge un programa de despensas, juntaban 10 despensas cada determinado tiempo, haciendo rifas, eventos, carreras, ya lleva 12 años trabajando en esto, que es la fundación Ángeles Pro Cáncer de Seno.


“Han sido pocas instituciones las que llegan y te abren las puertas, tú -Pau- fuiste un puente pero son muy pocas, cuando inicié la gente que me conocía no me creía, me daba pena pedir apoyo, hoy en día tengo muchos amigos que basta con pedirles y me apoyan, si das tu nombre no te atienden, pero si vas a nombre de una fundación es diferente, las mujeres con derecho a salud no deberían necesitar eso, hablamos más del acoso, de la violencia familiar, pero qué pasa con la violencia institucional que se da en los sistemas de salud”, dijo.

Nuestras anfitrionas añadieron que no somos iguales biológicamente, que se pongan los lentes violeta y no te traten como un trapo, hay enfermedades, padecimientos que solo ocurren a mujeres como el embarazo, la mayoría de investigaciones en salud son desde la perspectiva de los hombres, las mujeres no porque menstrúan, por mucho tiempo se dijo que si te duele el brazo izquierdo puedes tener un infarto y esos sólo son síntomas de hombre, en mujeres es la sudoración, calor, otros síntomas, con los que llegan al hospital y les dicen que están intranquilas, y muchas mujeres por eso se mueren, que no haya violencia obstétrica o institucional cuando las atienden, muchas mujeres llegan muy tarde por una cuestión social, muchas mujeres no tienen salud privada y los hospitales no cuentan con aparatos o tratamientos, no tienen para trasladarse, hospedarse, para comida, el sector salud se queda muy corto para ese tipo de enfermedades y muchas mujeres no pueden ni hacerse el papanicolaou, o no supieron que tiene cáncer porque no tiene acceso a la salud.

Sin embargo, hay aliados, como un convenio entre Bancomer y Salud Digna para prevenir el cáncer de manera gratuita, basta con entrar a la página o hablar por teléfono y solicitas tus estudios gratuitos, los hombres creen que es un tema de mujeres, pero tienen amigas o hermanas, así como hay aliados, como el doctor Moreno que las apoya con ultrasonidos y mastografías, un gran aliado para la fundación, nunca les cobra y es muy apoyador, también tienen un amigo que a veces se gastaba tres millones de pesos en una semana de tratamiento de cáncer de su papá, resaltando que no hay bolsillo que aguante contra un cáncer.

“Yo no sé de dónde ha salido todo el dinero todos estos años, cómo he vivido, la última secuela  me tiene dañado el brazo, no traigo gran parte de los huesos, estoy limitada, en ese proceso hicieron una rifa para gastos de implantes y viajes, en lo más duro de mi enfermedad, juntaron una cantidad considerable porque yo tenía que viajar cada 15-20 días, me sometí a siete cirugías, un proceso difícil, un día estuve a punto de dormir en una banqueta sin probar alimento y dices esta no soy yo, es un sueño, es muy difícil desde el momento en que llegas y te hacen un estudio porque ven algo, sientes un hueco en el estómago y de ahí en adelante no para, sacamos esa fuerza porque de otra manera no podríamos, te truena, si tienes para viajar no tienes para comer, todos los que apoyamos a mujeres con cáncer hay personas que se molestan conmigo o con otros grupos cuando todos sumamos, no es una cuestión de sobresalir, de ego, sino lo que ella puede hacer yo no”, añadió.

En el aspecto emocional, reconoce que no buscó ayuda, no existía como el día de hoy mucha información, sentía pena, se sentía culpable, la más fea del mundo, en su cabeza pasaron muchas cosas, vivió escondida esos meses de la quimio, de que se fueran a burlar de ella, una mujer muy echada para adelante pero con sus bajones, a esta edad no era lo que ella quería para sí, una vida limitada por mal manejo del sistema de salud, cuando ella dijo algo no está bien, buscó opciones y llegó a la Ciudad de México, así sigue viva pero emocionalmente sí la truena, sentir que ya no eres la de antes ni físicamente, truncas muchas cosas que ya no puedes hacer, es importante la parte emocional y médica, pero también de las personas que te rodean.

“Como yo soy la que lo está viviendo, ellos evitan que se les note por lo que están pasando, en 2018 cuando ya estaba muy mal no me decían nada, pero sí me daba cuenta que ellos estaban mal, sobre todo cuando me dicen que era cáncer de huesos, mi hija, una mujer muy fuerte, la vi doblarse, ella ha sido mi motor, se volvió una mujer muy fuerte, la admiro muchísimo, hubiera querido ser como ella a esa edad”, dijo.


Concluyeron que no nos prepara la vida, pues ninguna mujer debería pasar algo así, ser revictimizada, todas esas violencias que deben ser erradicadas, incluso ella sufrió violencia en las instituciones médicas y en su trabajo por compañeros hombres y mujeres, la mandaron de incapacidad y cuando regresó había un cambio de administración, no sabía por qué no había llegado a trabajar y sus compañeras se acercaron a su jefe directo y le dijeron que no tenía nada, por lo que le pidió su renuncia, le dijo que su expediente en el seguro social era falso, y un sinfín de abusos más. Puedes contactarla al 9611967373 o a través de su página, Ángeles pro cáncer de seno, en todas las redes sociales.

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