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  • ALEJANDRA OROZCO

Max logró vencer el cáncer, tocó la campana de la victoria

Tuxtla.-  El cáncer es la segunda causa de muerte en niños solo después de los accidentes y en Chiapas, la leucemia es el de mayor prevalencia, niños y niñas de todos los municipios concurren al Hospital de Especialidades Pediátricas (HEP) para ser diagnosticados y tratados.

Uno de estos pequeños es Maximiliano, quien cuando tenía sólo dos años, fue diagnosticado con tumor de Wilms, un tipo de cáncer que se aloja en el riñón y ya se encontraba en etapa 2, sus papás, Inés y Ángel, recuerdan todo el proceso y no pueden contener las lágrimas, pues en cierto punto, incluso se tuvieron que despedir de su hijo.

Desde que tenía un año ocho meses de edad, comenzó con infecciones recurrentes en el estómago, diarrea, estreñimiento, temperatura, hasta que comenzó con un dolor agudo, le diagnostican una oclusión intestinal y había que hacerle un enema, al intentar este proceso, los médicos se dieron cuenta de que había algo obstruyéndolo, que resultó siendo un tumor de Wilms y el inicio de su peor pesadilla.

“En ese momento estábamos en shock pero teníamos que tomar la decisión, había que operarlo para quitárselo, gracias a Dios estaba encapsulado y respondió muy bien, de ahí comenzó el tratamiento de alrededor un año donde recibió 18 quimios, al terminar este proceso inicia la pandemia, tuvimos que prolongar sus cuidados por un año más, prácticamente vivíamos en el hospital, nos turnábamos un día y un día, porque tenemos también otra hija”, señalaron.

Al recibir el diagnóstico de que su hijo tenía cáncer, Ángel se quedó sin trabajo, así permaneció, en el desempleo durante todo ese tiempo, experiencia que dice, le hizo ver que Dios sí existe, pues pudo vivir todo ese proceso con él, y precisamente el día que lo dan de alta de las quimioterapias inició en otro trabajo.

“Max sabe que vive con un riñón y tuvo cáncer, pero es un niño igual que todos, muy feliz, y nosotros más de verlo con energía, sonrisa, carisma y fe, aún sin saberlo Maximiliano tuvo muchísima fe, juntaba sus manos, oraba y le pedía a Dios por su salud, estamos también muy agradecidos con el hospital, con la gente que oró por nosotros y nos apoyaron en todo aspecto”, señaló su mamá.

Su mensaje hacia otros padres que estén pasando por esta misma situación, es que sí hay esperanza, ellos buscaron casos de apoyo, para saber qué hacer y qué no, por lo que dice, ellos están dispuestos ahora a dar su testimonio de amor, a contarles su experiencia y expresar su apoyo, no pueden dejar pasar el gesto de las personas que afuera del hospital hacen oración por los niños, les regalan café, una torta, un pan luego de estar horas sin comer, sin dinero, lo que sustenta todo el día, invitando a que no lo dejen de hacer, pues es de gran ayuda para los que pasan ese proceso.

“Mi niño siempre ha sido un niño muy feliz, él recibía quimios y era como si recibiera energía, salía corriendo, salía jugando, pedía comida, hasta ahorita es un niño siempre con una sonrisa y nunca ha dejado de reír, siempre ha luchado, se aferró mucho a la vida porque a pesar de todos los dolores tan fuertes que él sintió, a pesar de que vio que nos despedimos de él siempre tuvo una sonrisa”, recuerda su mamá, y comparte que los pueden localizar al 9613236211 los papás que necesiten su apoyo.

“Lo que sana es el amor, lo que sana es el amor, padres que se aferraron a la salud de sus hijos siguen vivos; la primer medicina que tienen que darle a sus hijos es amor, mucho amor, yo estoy seguro que Dios ve eso en los padres, si tú le das amor a tu hijo te los deja”, dijo su papá.

El cáncer infantil en cifras

Mayra Ivette López Ruiz, oncólogo pediatra de este hospital, señaló que después de la leucemia, los tipos de cáncer infantil más comunes son los tumores cerebrales, linfomas, retinoblastoma, tumores germinales y de partes óseas, lo importante es identificarlos a tiempo ya que esto incrementa las posibilidades de supervivencia.

Para esto, hay algunas señales de alarma a las cuales hay que estar pendientes: de cero a cinco años de edad, dijo que el niño o niña deja de jugar, aumenta el volumen de su pancita y no mejora, color pálido de la piel y la mucosa o tumores en el ojo.

“En los niños de cinco a 10 años, puede haber un aumento en los ganglios linfáticos, que se ubican sobre el cuello, hombros, axilas, ingle, por más de tres semanas también el aumento del abdomen, dolores óseos, dejan de jugar, alteraciones en la marcha, caminar desorientados”, explicó.

Finalmente pero no menos importante, enfatizó que los niños de 10 a 18 años pueden presentar un aumento en el tamaño de la rodilla, parte trasera de las piernas, pantorrillas, un dolor intenso que no cede, así como no descartar el cáncer de ovario o testículos.

Explicó que en este hospital, diagnostican de ocho a 10 casos de leucemia al mes, así como cinco o seis tumores sólidos, de les da un tratamiento de uno a tres años, y tras cinco años sin llevar una quimioterapia, tocan la campana, que son en promedio de 10 a 15 niños semestralmente, actualmente hay 280 pacientes en tratamiento.

“El cáncer se cura si se detecta a tiempo, la leucemia tiene un 80 por ciento de curación, un tumor en el ojo hasta 90 por ciento, incluso se puede salvar el ojo; a un linfoma sobreviven ocho de cada 10, mientras que los niños con un tumor abdominal denominado tumor de Wilms, que se origina en el riñón en pacientes menores de tres años, tienen un 90 por ciento de supervivencia, es decir, nueve de cada 10 niños se curan, el cáncer es curable si se detecta a tiempo”, recalcó.

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