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  • RUBÉN PÉREZ

Necesario mantener informada a la población sobre actividad volcánica en Chiapas

Tuxtla.- Las riquezas de los suelos de las regiones volcánicas permiten que sean las más pobladas no sólo en Chiapas sino en el mundo, por ello es importante el trabajo informativo y de prevención con las poblaciones, destacó la vulcanóloga Silvia Ramos Hernández.



La también directora del Instituto de Investigación en Gestión de Riesgos y Cambio Climático de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), explicó que en la entidad existen dos volcanes activos: Tacaná y Chichón.


Además del Arco Volcánico de Chiapas, una cadena de al menos 10 estructuras volcánicas inactivas y alineadas en al menos 150 kilómetros de longitud en la porción central del estado, “motivo de mucha importancia para su vigilancia y monitoreo”, reconoció.


En los años 80’s, recordó, la vulcanología en México estaba en pañales, pero en 1982 la erupción del volcán Chichonal creó gran conmoción en el ámbito científico y social, “no hubo preparación, no había conocimiento en el tema”.


El evento tomó por sorpresa a propios y extraños, incluso a las autoridades. Varias personas quedaron sepultadas por la cantidad de material volcánico arrojado.


Estudios posteriores a la erupción en el Chichón mostraron que la población “estaba previendo que algo no estaba bien”. Y a pesar del fuerte impacto que hubo, 15 años después inició el monitoreo y vigilancia.


En el caso del Tacaná, la última actividad fue en 1985 con la formación de una fumarola, pero gracias al criterio científico se determinó que no había peligro para evacuación. “De los primeros esfuerzos pioneros en la parte preventiva”, mencionó.


El fenómeno volcánico en Chiapas es un parteaguas en el tema de la ciencia en México y la vulcanología, en la parte social y preventiva, dijo la investigadora.


El contexto del Chichón le provocó cuestionamientos. Visitó la región y posteriormente cuando se regresa a vivir a Chiapas, su estado natal, inició la gestión de la red de vigilancia en el volcán que ahora cuenta con tres estaciones sísmicas y se encuentran en la gestión para que sean remodeladas.


“Los volcanes activos como el Chichón, en los últimos mil años ha tenido al menos cuatro erupciones grandes. La de 1982 está precedida por una erupción 600 años antes, que geológicamente es muy cercana”.


Las temperaturas que arrojan estos materiales magmáticos, que al salir a la superficie se fragmentan en forma de cenizas, a temperaturas altísimas de 900 a 1200 grados centígrados, son capaces de eliminar cualquier forma de vida en 10 kilómetros a la redonda. Por ello “el trabajo con la población es fundamental”, insistió Ramos Hernández.


Ejemplifico la erupción en el volcán de La Palma, España en 2021. A pesar de su magnitud no cobró ninguna vida, pues la gente logró salir a tiempo y fueron reubicados.


“Es necesario que las nuevas generaciones sepan lo que pasó, por qué sucedió, porque con la información van a saber cómo actuar en el futuro y salvar la vida”.


“Las regiones volcánicas del mundo son más las pobladas. Un caso es el Tacaná que tiene los mejores suelos y que dan la tradición de los mejores cafés; la actividad agrícola es muy fuerte y también está asociada al suelo volcánico”.


Ante esto, la especialista habló de la importancia de estar preparados y dijo que mientras los volcanes estén activos y no representen una amenaza la gente puede convivir con el volcán, siempre con la conciencia y los mecanismos preventivos.

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