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  • EFE

Opositores cubanos en huelga de hambre, débiles pero arropados tras el golpe

La Habana.- El desalojo y arresto en La Habana de 14 activistas cubanos del Movimiento San Isidro, cinco de ellos en huelga de hambre, ha asestado un duro golpe al grupo opositor, que ha quedado disperso y parcialmente incomunicado, aunque cuenta con el respaldo de artistas de la isla y organizaciones internacionales.



La noche del jueves agentes del Estado sacaban por la fuerza a los disidentes de la vivienda de uno de ellos, el artista visual Luis Manuel Otero Alcántara, en la calle Damas del barrio de San Isidro, donde se concentraban desde el lunes 16 para exigir la liberación de otro activista y músico aficionado condenado a ocho meses de cárcel por "desacato".


UN GOLPE MAESTRO CON AYUDA DE LA COVID

Con ese golpe nocturno -y favorecido por una misteriosa caída de Facebook en las redes móviles cubanas que impidió a los protagonistas transmitirlo en directo- el Gobierno cubano ponía fin, por el momento, a uno de los mayores desafíos que la hasta ahora débil y fragmentada oposición política dentro de la isla le ha planteado en los últimos años.


"Montaron a todas las mujeres en patrullas diferentes y a los nueve hombres en el carro jaula. Alrededor había una turba de gente, más de 60 personas haciendo un acto de repudio, gritando consignas", explicó a Efe Katherine Bisquet, poeta y activista que cumplía, aseguró, cinco días en huelga de hambre cuando la policía irrumpió en la vivienda.


El Gobierno cubano justificó el desalojo forzoso de la vivienda en una "violación del protocolo de salud para los viajeros internacionales", según un comunicado difundido hoy por medios estatales.


Específicamente, el texto alega que el periodista y escritor Carlos Manuel Álvarez, último en incorporarse a la concentración de la calle Damas, violó el protocolo de cuarentena establecido para la pandemia de la covid-19 al ingresar en la casa el miércoles poco después de aterrizar en la isla procedente de Estados Unidos.


MÓVILES FORMATEADOS Y SIN LÍNEA

Katherine es la única de los 14 activistas a quien Efe logró contactar el día posterior a los hechos. Ella asegura que, al liberarlos de madrugada tras unas dos horas en comisaría, los agentes les devolvieron sus móviles formateados y con la línea inactiva.


Fuentes cercanas aseguran que, del resto, la mayoría están en sus domicilios excepto la curadora Anamely Ramos y el propio Otero Alcántara, quien permanece en paradero desconocido tras rechazar recluirse en casa de una tercera persona, ya que su vivienda de la calle Damas fue clausurada por la policía.


Así, los 14 activistas que habían captado la atención mediática en todo el mundo se encuentran en este momento dispersos, parcialmente incomunicados y sin una línea de acción clara. "Hasta que no pueda hablar con el resto no podemos hablar de un plan, una estrategia", reconoce Bisquet.


DISPERSOS PERO ARROPADOS

Sin embargo, no están solos. Más de 70 artistas se concentraron hoy espontáneamente frente a la sede del Ministerio de Cultura en La Habana para pedir una reunión con el ministro, Alpidio Alonso.


"Esperamos que el ministro nos atienda para presentar una reclamación por cómo ellos han sido tratados, y también porque se amenazan las libertades artísticas de todos nosotros", indicó a Efe el portavoz del grupo, el dramaturgo Yunior García Aguilera.


Por su parte, la curadora de arte Claudia Genlui, miembro del Movimiento San Isidro, aseguró que "la vida de varias personas está en juego y lo que está ocurriendo es extremo", tras recordar que más de 300 personas vinculadas al mundo del arte presentaron en la víspera una carta para solidarizarse con los huelguistas de la calle Damas.

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