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  • RUBÉN PÉREZ

Padres pedían seguridad en plantel de maestra asesinada; no los escucharon

Tuxtla.- “Un grupo de padres de familia ya había pedido seguridad para sus hijos, pero no fueron escuchados, nadie los atendió”, así se manifestó Isabel Cal y Mayor, trabajadora del Colegio de Bachilleres de Chiapas, subsistema educativo al que pertenecía Berni Flor Mejía, maestra asesinada este martes en Amatenango de la Frontera, luego de que sujetos armados la sacaran de su salón de clases en el plantel 216 del ejido Río Guerrero.


Previo a una marcha que culminaría en la entrada principal de la Dirección General cobachense (donde externaron consignas y colocaron un moño negro), explicó que no se podían quedar calladas ante un hecho que no sólo afecta a una persona, sino a toda la base trabajadora.

Advirtió que en toda la entidad se vive una tensión por la violencia, “hay maestras que han recibido amenazas, por ejemplo, en La Concordia, región de la Frailesca, por eso tenemos que salir a exponer esta situación”.

Recordó que el día en que Berni Flor fue sacada de su escuela, decenas de estudiantes miraran esa escena, “lo que les causó más miedo, pero nadie ha hecho algo, y todo acabó con la muerte de nuestra compañera, quie4n será recordada por el gran trabajo que hizo en esa región serrana”.


Aunque no quiso ahondar más en el tema de la delincuencia organizada que impera en regiones como la Sierra y Fronteriza, exigió, a nombre de sus compañeros, mayor seguridad para que no ocurra, de nueva cuenta, un hecho como el secuestro y muerte de Berni, de 44 años de edad y con alrededor de dos décadas como maestra.

Otra cuestión que criticó es que el director general del Cobach, Jorge Luis Escandón Hernández, nunca se encargara de las solicitudes que hacían padres y maestros para “blindar” algunos planteles, sobre todo donde organizaciones criminales tienen mayor presencia.

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