Persisten crímenes contra comunidades indígenas, advierte el “Frayba”
- RUBÉN PÉREZ
- hace 4 días
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Tuxtla.- Para el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba), a tres décadas del despliegue contrainsurgente en Chiapas, el silencio oficial persiste frente a los crímenes de lesa humanidad cometidos contra comunidades indígenas organizadas en defensa de su autonomía.

Resaltó que la zona Norte de Chiapas está marcada por ejecuciones extrajudiciales, desplazamientos y desapariciones forzadas y prueba de los es lo ocurrido en La Grandeza, con la ejecución extrajudicial perpetrada por el Ejército mexicano; la desaparición forzada de Antonio González Méndez; la Masacre de Acteal y la Masacre de Viejo Velasco.
“A esta impunidad y a las nuevas estrategias de terror contra los pueblos se suman la ejecución extrajudicial de Simón Pedro Pérez, la masacre de Nueva Morelia y la ejecución extrajudicial del Padre Marcelo Pérez Pérez”, externó.
Además, reclamó que aún no se hace justicia a 19 años del crimen de la masacre de la comunidad Viejo Velasco, municipio de Palenque, donde fueron ejecutadas cuatro personas y cuatro desaparecidas, de las cuales solo dos han sido encontradas, mientras 36 personas siguen en desplazamiento forzado interno.
“Traemos la lucha constante y la conciencia viva donde permanece la huella de hombres y mujeres: los caídos, las víctimas y los sobrevivientes de la estrategia contrainsurgente implementada por el Estado mexicano, en el marco del Conflicto Armado Interno aún no resuelto en Chiapas. Aquí compartimos un mismo camino: la palabra, La Otra Justicia, sosteniendo en nuestras luchas la esperanza de memoria y verdad”.
Con la aplicación del Plan de Campaña Chiapas 94, cuyo objetivo estratégico-operacional fue destruir la voluntad de combatir del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), se aisló a la población civil para forzar su apoyo en beneficio de las operaciones militares, resaltó.
Esta política, aclaró, originó más violencia en medio de las negociaciones por una salida política al conflicto armado interno, mediante la acción de grupos paramilitares a quienes se delegó el uso de la fuerza, en un actuar de total impunidad.
Los registros, sólo en la zona Norte de Chiapas, con el actuar del grupo paramilitar Organización Desarrollo, Paz y Justicia entre los años de 1995 a 1999, son: 122 casos, de los cuales 37 fueron desapariciones forzadas y 85 ejecuciones extrajudiciales; más de 4,500 personas desplazadas de manera forzada. De estos hechos, ocho casos están ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, como ejemplo de los crímenes cometidos en el territorio, el cual se encuentra en su etapa de informe de fondo.
“Otro hecho es el cometido el 22 de diciembre de 1997, donde 45 personas fueron ejecutadas, más cuatro no nacidos. Son ahora 28 años de impunidad”, rememoró el “Frayba”.
Destacó que la actual violencia generalizada y sistemática en Chiapas no es aislada: “es la expresión de una guerra prolongada contra los pueblos indígenas, donde la delincuencia organizada, la militarización, la descomposición institucional y la fractura comunitaria se entrelazan para sembrar miedo, división y muerte”.

Evidenció casos como el del crimen cometido en agravio de Simón Pedro Pérez López, en el municipio de Simojovel, cometida el 5 de julio de 2021. “Seguimos exigiendo justicia e impulsando el reconocimiento a su labor como defensor de derechos humanos, manteniendo su memoria y honrando su lucha”.
Así también, refirió el asesinato del profesor José Artemio López Aguilar, perpetrado el 21 de octubre de 2023; lo siguió la ejecución, por parte de integrantes de la delincuencia organizada, en el ejido Nueva Morelia, municipio de Chicomuselo, el 12 de mayo de 2024”.
Aunado a este terror, resaltó la ejecución del padre Marcelo Pérez Pérez, hecho cometido el 20 de octubre de 2024 en el contexto de los ataques contra personas defensoras de derechos humanos, quien por años se dedicó a la lucha por la vida de los pueblos y a la construcción de la paz en Chiapas.
Insistió en que en ninguno de estos casos se ha iniciado una investigación exhaustiva y diligente, con la línea de los autores intelectuales y las respectivas cadenas de mando.
El “Frayba” llamó a la solidaridad de la sociedad civil, nacional e internacional, para que se sumen a nuestras causas en la exigencia de memoria, verdad y justicia.









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