Ramona Treats, una dulce alternativa saludable

Tuxtla.- Andrea Hodichs es una mujer 100 por ciento chiapaneca y tuxtleca, es diseñadora gráfica, ya que siempre el diseño le ha encantado, las artes, fue una decisión bastante fácil, siempre dijo que iba a ser diseñadora, desde chiquita sabía a lo que se iba a dedicar, siempre ha sido muy hiperactiva, le gusta crear un montón de cosas, siempre ha sido muy creativa, hasta la fecha, la Andrea chiquita siempre ha estado dentro de ella, y siempre va a seguir.

“Al salir de la carrera estuve trabajando en una imprenta, y haciendo cosillas por ahí, también estuve de manera independiente, estuve en una asociación civil que trabajaba en cositas de medio ambiente, me encanta diseñar, soy una persona muy creativa, entonces siempre me encanta comenzar creando muchas cosas”, señaló.

Antes de pandemia empezó a hacer algunas cosillas, siempre le ha gustado cocinar, hornear y hacer postrecillos, confesó que era muy mala al principio, no le cuajaban ni las gelatinas, pero más o menos en pandemia empezó a hacer pancitos y cosas así, porque es alérgica a los lácteos hace como 10 años, su mamá es vegana, entonces siempre quería su pastel de cumpleaños, comida especial, y nunca tenían, la comida a veces es más fácil, y los postres siempre son más difíciles de encontrar, así, probando y probando, empezó haciendo los roles y pancitos para su mamá y para ella, cuando tenían alguna festividad que no podían comer, así empezó.

“Luego, mis amigos y mi familia me dijeron que debería venderlos, porque no hay muchos postres veganos, y empezamos así, quiere decir que no tienen ningún producto animal, ni huevo, ni lácteos, nada que provenga de animales, son pancitos que yo elaboro en mi casa, los pedidos los agendo en la semana, y los fines de semana los entrego, todo es en redes sociales, me pueden encontrar como Ramona Treats, tanto en Instagram como en Facebook, me pueden hacer los pedidos de lunes a viernes, y entrego por lo general los sábados”, señaló.

Lo que ella utiliza son leches vegetales, tanto de coco como de almendra o de avena, dependiendo del pancito, porque las leches tienen diferente consistencia o grasita, que se necesita para hacer los panes, funciona más o menos igual, los mismos tiempos, hay unos que pueden tardar menos en cocinarse y otros que pueden tardar más, ella nunca pensó dedicarse a hacer pan vegano, siempre tuvo otra idea, pero los han recibido bastante bien, les han gustado mucho los pancitos.

“Los roles son mi producto estrella, lo que más se vende, tener un local es algo que me gustaría hacer, pero todavía no está planeado ni nada, siempre da un poquito de miedo emprender, siempre tenemos esta incertidumbre de qué tal y no funciona, qué tal y sí funciona, pero yo siempre he creído que las cosas pasan por algo, hay que tomar las riendas y dale, aviéntate, chance y salen las cosas bien, siempre hay que tratar de arriesgarnos un poquito, aunque nos dé miedo, pero salen cosas luego padres y a veces la vida nos sorprende”, consideró.

Si bien sus dos vocaciones son diferentes, al mismo tiempo tienen ciertas similitudes, porque las dos le permiten ser una persona creativa, puede experimentar, ella lo ha hecho con algunas recetas, tanto diseño como hacer pan, te dan esta apertura, esta creatividad y poder crear cosas, dijo que le gustaría tener una pequeña cafetería de pancito vegano, cositas veganas, es el sueño ahorita, aunque cree que el diseño nunca lo va a dejar.

“El diseño es parte de mí, es lo que me apasiona, son las cosas que me gusta hacer, yo creo que nunca se va a ir de mi vida, pero la verdad, hacer pancitos lo disfruto bastante, me llena también, sí es algo que quisiera seguir haciendo, mi mamá siempre ha sido la más fan de las cosas que hago, aunque supieran mal, mi mamá es una guerrera, siempre nos apoya a mí y a mis hermanos en todas las cosas que hacemos, es como de, venga, sí puedes, ella siempre tiene un lema de que, si vas, vas con todo, y lo vas a hacer bien, siempre nos quedó esa cosita, de que si vas, lo vas a hacer bien, y lo vas a hacer con todo”.

A las nuevas generaciones, les diría que se arriesguen, que vean, que exploren, que vivan, que tomen la oportunidad y lo hagan, a ella personalmente quizás le falto arriesgarse un poquito más a hacer ciertas cosas, pero piensa que las cosas pasan por algo, y ahora se siente muy orgullosa de lo que es, todo el proceso que vivió para llegar a ser lo que es ahora, está contenta.

“Si tuviera que elegir tres lugares de Chiapas, San Cristóbal es el primer lugar, Copoya, porque tiene una zona de escalada, yo escalo también, y es mi lugar seguro, y tercero, diría que la playita… tiene más o menos cinco años que escalo, es otra de mis grandes pasiones, hornear, el diseño y la escalada se ha convertido en mi pasión, hay muchas modalidades de la escalada, yo hago boulder y deportiva, boulder es en gimnasio, y deportiva también se puede hacer en gimnasio, aquí no hay, pero en roca natural”, explicó.

Ella lo toma como si fuera una meditación activa, la escalada calma su mente, cuando tiene un montón de cosas funcionando al mil por hora, y la escalada la calma, es como se concentra, le da paz, le da esta sensación de complemento, de estar aquí en el presente, de vivir y de esta conexión, le encanta estar en el cerro, le encanta estar en el monte, le da esta sensación de estar completa, de estar en paz, en gratitud, en conexión con la naturaleza, para ella la escalada es guau.

“He ido fuera del estado, pero más que nada aquí en Tuxtla, es en Copoya y en San Cris, hay muchas zonas de escalada, no se va a arrepentir, vamos, puede ser que la escalada no sea para todos, porque al final del día también es un deporte un poco extremo, muchas personas luego nos dicen, solo los locos escalan, pues todos estamos un poquito locos, yo los invitaría a que lo probaran, la experiencia es increíble, a mí me cambió la vida, vamos a escalar, yo te invito”.

Si tuviera que dejarle un mensaje a su madre, le diría que le agradece un montón, parte de la persona que es ahora, se lo debe a ella, la ve y es un ejemplo, es una guerrera, es una luchadora, es mamá soltera de tres hijos, está duro, y siempre se las supo arreglar, entonces le agradece muchísimas cosas y la admira demasiado, es un gran ejemplo de mamá y sobre todo de mujer, con toda su familia se quieren mucho, siempre hay mucho amor entre ellos.

“El nombre de Ramona Treats, me toca el corazón en este momento, le puse así porque yo tenía un perrito que se llamaba Ramón, yo no tengo hijos, pero para mí él fue mi hijo, él fue todo para mí y es como un honor a él”, relató, y es que su emprendimiento también tiene que ver con la salud, en su caso que es alérgica a los lácteos, muchas personas tal vez tienen ciertas intolerancias y los pancitos veganos combaten todo eso, tienes más opciones, no dudes en hacerle pedidos, la encuentras en Facebook e Instagram como Ramona Treats.