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Sandra Aurora, ciencia por y para mujeres

  • ALEJANDRA OROZCO
  • 17 jul. 2024
  • 5 Min. de lectura

Tuxtla.- Tuvimos en el estudio a Sandra Aurora González Sánchez, presidenta del Pacto de Sororidad, defensora de derechos humanos, pero también ingeniera química, investigadora, académica, divulgadora científica, miembro de la Red de Ciencia, Tecnología y Género, ella es originaria de Tuxtla Gutiérrez, su mamá es de Mapastepec, su papá de El Bosque, por lo que creció y se formó aquí, ha tenido la oportunidad de estar en otros espacios, que ha retribuido mucho en su formación, donde siempre estuvo presente esta cuestión cultural.

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“Yo quise ser bióloga desde la preparatoria, pero por una cuestión muy personal, un punto crítico fue el diagnóstico de lupus eritematoso sistémico, una de las restricciones era que no me podía asolear, entonces no tenía caso estudiar biología, pues gran parte del trabajo era en campo, yo soy muy comprometida, era una niña de 10, entonces me incliné por otra cosa de la misma área, inspirada por mi maestra, la bióloga Miriam en la escuela, y la profesora de química Martha en el Colegio de Niñas, es así como me decidí, cuando me toca elegir empiezo a buscar universidades, tenía una beca en la Universidad de Guadalajara, mi mamá no me dejó irme para protegerme, así entré al Tecnológico Regional a estudiar ingeniería química”, recordó.



Siempre la ha motivado el sentido de justicia, siempre estuvo metida en problemas al marcar un postura, en su adolescencia veía un acto injusto, atendiendo a la formación que había tenido en valores, moral, lo correcto y no correcto, es cuando notó el uso indebido del poder institucional, le pasó hace años en la universidad y notó las diferencias en el trato a hombres y mujeres, hostigamiento laboral, todas las etapas de la vida dejan grandes aprendizajes, y atesora ese punto de quiebre desde su perspectiva, el ejercicio violento del poder, la injusticia laboral.

“Empiezo a hacer mis lecturas de desigualdad con base al sexo, que era mujer y defendían al hombre, otro punto importante es cuando llego a la Red de Ciencia, Tecnología y Género y conozco a la doctora Norma Blázquez Graf, la primera mujer fundadora, ella hace una red de investigadoras solo mujeres, hemos recibido varios señalamientos, ella muy congruente, haciendo mentoría feminista, siempre nos cuestionan por qué nada más nos agrupamos las mujeres, y me decía que los hombres históricamente han tenido sus espacios, como vivimos desigualdad, brechas, empezamos a hacer un bloque y a trabajar juntas, me doy cuenta que tenía que fijar un posicionamiento y llega a mí de forma adecuada, como llega la conciencia de género, así empieza mi historia y me asumo feminista”, relató.

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Una de las áreas que ha trabajado en los últimos años es la formación de vocaciones científicas, a raíz de que una de las investigaciones que ha hecho son las brechas de género en carreras de ciencia, tecnologías, ingeniería y matemáticas (STEM por sus siglas en inglés), cuando estudió la carrera ingresaron 25 personas, en esa promoción nada más cinco eran mujeres, recuerda de todo el profesorado tan solo a dos mujeres, recuerda la violencia, y es que en términos estadísticos, en tres espacios hay aún grandes brechas: política, academia y empresarial, la institución donde estudió y de donde egresó, se siente con la calidad moral de señalar que se caracterizó no solo por ejercicios violentos, autoritarios, abuso de poder a todo el estudiantado, también acoso sexual.

“Yo viví una situación de acoso en cuarto semestre, un profesor que ya estaba identificado, que invitaba a las alumnas a tomar un café, y si no ibas te pasaba factura en las calificaciones, recuerdo que en ese sentido una de mis decisiones fue darme de baja de la materia, como era autoritario y mal docente, reprobaron muchos más y abrimos un curso de verano, para mí fue muy importante, acudí a todas las instancias, al coordinador de carrera, profesores, una cuestión que recuerdo y me marcó mucho, es que me dijeron, que él siempre había sido así, que no me quejara, que si quería me buscaban otra materia con otro profesor, moviendo a la víctima y dejando al agresor”, recordó.

Ella es de la generación 94-98, hace 30 años era aún más difícil; hoy en día se reconoce y auto define como investigadora y profesora que hace mucho trabajo de extensión y vinculación, trabaja mucho en comunidades, en territorio, siempre ha pensado que los problemas sociales tienen que atenderse desde una intervención, investigación acción, siempre abordando esa área, siempre ha pensado que la necesidad social es muy grande, que no es posible que pasando la barda de la universidad haya pobreza, rezago, cuando hay carreras que pueden abonar a combatirlas.

“Cuando viví ese proceso de acoso, me cobijaron mujeres activistas, no recibí respaldo institucional, lo comprendo, pero no lo justifico, siempre hay mucho temor de ser despedido, de si te solidarizas van por tu cabeza, me encuentro con grandes activistas que tengo que reconocer estuvieron ahí, Selene Domínguez, Gely Pacheco, al final el Pacto de Sororidad, que era una agrupación con otras grandes mujeres, todas me recibieron con calidez y empezamos a compartir diálogos y reflexiones, una cosa es lo que marcan las leyes y otra como ciudadanía organizada, como mujeres formamos resistencias y hacemos visibles estas injusticias”, dijo.

Asimismo, visibilizó lo que se hace desde otros espacios que también son fundamentales, tales como el uso de medios de comunicación, quienes son aliados, apoyan las causas sociales, ahí se da cuenta de que todo lo que ha formado tiene un sentido y trasciende cuando lo aplica a una causa social, donde dijo: puedo salir con mis conocimientos y experiencia, ser activista la ha orillado a ser conocedora de leyes, política, ir y aplicarlo, así nace su pasión por el activismo, de los mejores tiempos que ha invertido en su vida.

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“Se está marcando un precedente en la historia de México al tener a una mujer en la presidencia, un mensaje poderoso que se envía a la estructura patriarcal y a un país machista, al igual que muchos otros de América Latina, que una mujer arribe y además ponga como titular de la recién creada Secretaría de Ciencia y Tecnología a otra mujer, ya está rompiendo paradigmas y rompiendo techos, sin duda va a cambiar la lógica en que se están construyendo las infancias, van a recordar a una mujer presidenta, que inspira, existe el efecto Matilda en la ciencia, seguro inspirará a políticas, niñas, adolescentes, una revolución social como se configuran relaciones entre hombres y mujeres en espacios de poder”, reconoció.

El mensaje es fundamental, a la espera de un plan de gobierno, con el proyecto de comunidades sostenibles, ya están trabajando en lugares donde si las niñas van a traer agua son abusadas, cuando hay precariedad son violentadas, se dice que no se concebía la sociedad si la ciencia no estaba para apoyarla, si esta filosofía permea todas las instituciones, se va a avanzar mucho en la ciencia para el beneficio del desarrollo social.

“Es importante prestar atención a los procesos educativos, la formación de personas, que veamos la ciencia no como algo lejano, sino cotidiano, que ayude a explicar aspectos de la vida, todo tiene que ver con los aspectos científicos, química, física, matemáticas, biología, en casa, a los niños y niñas traemos de acercarlos a veranos científicos, que dan lecturas distintas de la vida y generan escenarios diferentes”, señaló. Puedes encontrarla en Facebook como Sandra Auro González, o contactarla a su correo institucional, sandra.gonzalez@unicach.mx.

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