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ALEJANDRA OROZCO

Santi, una luz en momentos de oscuridad

Tuxtla.-Santi era un niño alegre, muy inquieto, amante de los perritos y con un gran corazón… era originario de Cintalapa, el segundo de tres hijos, tenía seis años, era un niño muy inteligente y querido por todos, tal como ahora lo recuerdan.


Hace tres años, la tragedia llegó a la familia Cervantes Aguilar. Sus papás se encontraban trabajando y él se quedó jugando al cuidado de su abuela, su mamá lo describe como un niño muy hiperactivo, y fue por eso que se cayó y una varilla se enterró arriba de su ojo, llegando hasta su cerebro.

De inmediato lo trasladaron a un hospital particular para que lo atendieran más rápido, su mamá, María del Carmen, minimizó el daño y pensó que se trataba de un rasguño, cuando llegó él ya estaba intubado, inconsciente, el médico le pidió que se preparara para lo peor.

“Dentro de mi desesperación le decía al doctor que me quitara el cerebro y se lo pusiera a él porque yo ya viví, verlo postrado, intubado, no me gustaba verlo así, la familia lloraba, yo no porque pensaba que si me escuchaba llorar él iba a estar mal. A las dos de la tarde me dieron su muerte, ya me dijo el doctor que él era candidato a donador de órganos y no lo pensé, porque yo quería que su corazón siguiera porque era un niño de seis años, un niño que le gustaba correr, no solo pensaba yo en mí, yo pensaba en otra mamá, y yo no quería que pasara lo mismo que yo”, recuerda.

Después de tres años, apenas se siente preparada para poder hablar de esta pérdida, Santi quería ser doctor, quería salvar vidas, y a costa de la suya pudieron ayudar a otros niños… se pudieron donar sus riñones, hígado y córnea para ayudar a cinco niños, ya que el hígado se divide y se regenera; incluso la familia tuvo contacto con la niña que recibió la córnea de Santi, también recibieron una carta de otro niño, receptor de un trasplante renal.

“Les agradezco por darme una oportunidad de vida, créanme que este órgano yo lo voy a cuidar, y me da mucha alegría, Dios los bendiga y Dios los proteja, son las palabras que mandó el niño… sin ser doctor, siendo un niño siento yo que cumplió su objetivo, salvar vidas”, recuerda su papá, Brodeli Cervantes, quien confiesa que cuando sucede el accidente no sabía qué hacer, pero de antemano sabe que su hijo sigue vivo donde anda, porque parte de él sigue viva.

Cuando se toma la decisión, se hace sin fines de querer sobresalir o ser los protagonistas de algo, se hace 100 por ciento con consentimiento de ambos padres, que se imaginaban a las mamás de los niños que están sufriendo a diario por ver a su hijo postrado, Santi pudo donar parte de su hígado a un niño de 10 años, su riñón a un niño de dos, y el otro fue para un niño de seis años; Brodeli cree en lo que Santi dijo, pues recuerda que a sus 6 años parecía un adulto, quería tener una fundación de perros y ser doctor en lugares marginados sin cobrar, y sabe que pudo hacer el bien.

“No te voy a decir que estoy viviendo de maravilla, o que siento alegría, cada día es más difícil pero me da confort saber que sus órganos siguen vivos, tengo que ser fuerte para mis otros dos hijos, siento que mi hijo no murió, yo siempre he dicho que mi hijo anda viajando y sus órganos quedaron aquí, y ahí anda… no seamos egoístas, hay que tener la empatía y pensar en otras personas”, invitó.

Santi, un precedente en la donación de órganos

Por su parte, Virginia Díaz Coutiño, coordinadora de donación del Hospital de Especialidades Pediátricas (HEP), señaló que la donación es un acto altruista que en los últimos años ha sido más exitoso, pues la gente participa al informarse y expresar su voluntad; una donación cadavérica permite aprovechar el corazón, pulmones, córnea, con cobertura a nivel nacional, y Santi fue el primer paciente pediátrico en hacerlo en Chiapas.

“Cuando sus papás entendieron que ya no era posible salvar su vida decidieron salvar otras, los órganos de niños son para niños, recuerdo que estaban con mucho dolor, no se puede describir, toda la familia; lo que yo puedo rescatar y agradecer es la fortaleza de los padres ante el dolor tuvieron esta decisión, y tuvieron la decisión de ayudar a otros niños, a pesar del dolor, de la angustia, de la tristeza, de la desesperación que sentían, tuvieron esta decisión que dio la oportunidad de vida a otros pequeños”.

La psicóloga señala que fue el primer momento histórico aquí en Chiapas de que un pequeño donara, aunque de manera personal fue una situación muy complicada, es algo muy impactante que tu hijo esté totalmente sano y de un día a otro te informen de que su vida se ha perdido, en el HEP están acostumbrados a ver niños enfermos y la muerte toma otra perspectiva, pero en casos como el de Santi, considera que solo personas con una característica espiritual pueden transmitir el amor al prójimo.

En 2006, se llevó a cabo el primer trasplante renal en esta institución, desde entonces a la fecha han realizado 27 en total, tres de córnea y el resto de riñón, entre ellos destacan cuatro donaciones cadavéricas y dos multiorgánicas.


Dar amor a través de la donación

Joel Rugerio Trujillo, coordinador hospitalario de donación del Centro Estatal de Trasplantes (Cetra) Chiapas, señaló que a nivel nacional, la lista de espera de un órgano o tejido va de la mano con la estatal, siendo en orden los órganos más solicitados el riñón, córnea, hígado, corazón y pulmón, ya que existen terapias de sustitución que permiten al paciente seguir viviendo mediante una diálisis o hemodiálisis para conservar la vida dependiendo del procedimiento.

“Sí ha habido un incremento en los procesos de trasplante al contar con nuevos establecimientos incorporados al sistema con licencia, en Chiapas hay más de 8 mil personas con una enfermedad renal crónica que necesitarían un trasplante en cierto momento”, señaló.

En lo que va del año, el Cetra ha llevado a cabo cuatro donaciones en vida y dos de donante cadavérico, lo que se traduce en cuatro beneficiarios de esta última y ocho pacientes en total que han recibido un órgano; Chiapas estaba en penúltimo lugar nacional al respecto, ahora subimos al 17, y la meta el próximo año es llegar al noveno para estar dentro de los 10 con mayor número de programas de donación y trasplante.

“Tenemos siete establecimientos con licencia para extraer órganos y dos para realizar trasplante renal y de córnea en el estado, sumarse a esta causa es muy sencillo, primero hay que expresar nuestra voluntad a nuestros familiares y luego registrarse en la página del Cetra Chiapas para llenar un formato sencillo y obtener la licencia de donante de órganos”, finalizó.


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