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  • ALEJANDRA OROZCO

Sie7e años sin Yuri, sie7e años buscando justicia

Tuxtla.- El 23 de noviembre de 2016, la vida de Yamili e Itzelth cambió totalmente: de ser una familia de tres mujeres, solo quedaron dos, les arrebataron a Yuri, una joven de tan solo 21 años de edad que se desempeñaba como enfermera, apenas comenzaba a laborar, y lo que era una salida a cenar con amigos, terminó con su vida y con la felicidad de su madre y su hermana.


Yamili María Trejo, mamá de Yuri Méndez Trejo, recuerda muy bien esa noche, hace siete años, cuando su hija salió a cenar con Milton e Iván, amigos desde hacía tiempo, quienes terminaron siendo los presuntos culpables de quitarle la vida a su hija… esa noche ya no volvió a casa, fue hasta el otro día cuando recibió la llamada de un policía de Ocozocoautla, municipio donde hallaron el cuerpo de su hija embolsado, a orilla de la carretera, y cómo la identificó por su cartera, tarjetas y llaves.

“No es que no esté con nosotros… Yuri era una niña que creció en el campo, criaba gallinas borregos, puerquitos, era muy altruista, eligió la enfermería por vocación propia, apenas tenía un año de haber terminado la carrera, ese diciembre ella se iba a ir a trabajar a Francisco León, una comunidad cerca del Chichonal, pero le arrebataron la vida… Yuri era hija, hermana, sobrina, una muchacha muy carismática”, recuerda.

Desde ese entonces, ella y su hija Itzelth se han dedicado a buscar justicia, no han parado de luchar por ver tras las rejas a los responsables, Iván “N” hoy está cumpliendo una sentencia de 33 años y nueve meses por feminicidio, mientras que Milton “N” fue liberado por homicidio el año pasado, y enfrenta una orden de reaprehensión por feminicidio, aún por ejecutar, pues está prófugo de la ley.

"Como madre he luchado para acceder a la justicia, para que su muerte no quede impune, y si existe donde ella me pueda ver, me ha dado las fuerzas para seguir adelante, así como Itzelth ha sido una de las personas que ha estado luchando hombro con hombro, luchando conmigo para que exista justicia ante la muerte de su hermana, han sido siete años que nos hemos dedicado exclusivamente a Yuri, a su expediente, porque si no lo hacíamos nosotras, la autoridad no lo iba a hacer”, señaló.

Itzelth de María Molina Trejo, por su parte, recuerda a su hermana menor como una niña, ya que sus facciones eran infantiles: carita redonda, ojos chiquitos, dice que era mucha ternura en una sola persona… Yuri era una persona buena, una buena hermana, una buena hija, una buena amiga, compañera, ciudadana, siempre ayudaba al prójimo, veía mucho por las personas mayores, por los abuelitos, siempre ella era my cariñosa con las personas adultas, había mucho que aprenderle.

“Su inocencia, su caridad hacia las demás personas te hacía darte cuenta que el mundo era bueno, Yuri era la parte buena de todo el mundo, de toda la sociedad que había, lo más bueno cercano a mi… Yuri lo era todo, nosotros éramos mi mamá, yo y Yuri, éramos un tripié, Yuri era parte de ese tripié que hoy no está completo", consideró.

En la sala de su casa, yace un pequeño altar con la foto de Yuri al centro, es la foto de su graduación como enfermera, donde resalta su rostro tranquilo, alegre y servicial… una vela la acompaña, así como un vasito de agua, mientras que en las paredes aún hay fotografías de las tres juntas, como les gustaba estar, apenas se están dando cuenta de que eso ya no volverá a suceder.


“Su ausencia ha sido muy fuerte… conforme han pasado los años, su ausencia se ha acentuado más, yo extraño a mi hermana hoy más que otros años, quizá porque estábamos en la lucha no nos habíamos dado el tiempo de sentir su ausencia, saber que ya nunca más va a volver, que ya nunca más la voy a volver a escuchar, que ya nunca más la voy a volver a abrazar, es algo que el día de hoy me duele mucho, pero me reconforta el saber la lucha y resultados que hemos tenido”, puntualizó su hermana.

La recuerdan también sus ex compañeros, como una enfermera dedicada a su trabajo el corto tiempo que ejerció, atenta, responsable; la lucha de su familia es una muestra de que todas las víctimas indirectas de la violencia feminicida, como lo son Yamili e Itzelth, tienen que luchar, alzar la voz, buscar las instancias correspondientes, no bajar la guardia, ellas tocaron muchas puertas, se volvieron activistas porque su caso se volvió público y buscan ayudar a más víctimas, por eso les da gusto ver a mujeres jóvenes luchando, lamentando que siete años después, aún continúan los feminicidios y a pesar de la alerta por violencia de género, no han mejorado las condiciones.

"A las familias, a las madres que están pasando por este dolor, yo les diría que sí hay justicia, sí se puede acceder a la justicia, hay que luchar, hay que alzar la voz, a nosotras ya nos quitaron una hija, no permitamos que otra madre pase por este dolor", señaló su mamá.

La historia de Yuri fue convertido en un documental por Vicente Rodríguez, “Yuri por siempre”, que será presentado en el marco del Día para la Eliminación de la Violencia hacia las Mujeres, a la memoria de una hija, hermana, amiga, enfermera, una mujer que es parte de la estadística de las mujeres víctimas de feminicidio en nuestro país.

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