top of page
  • ALEJANDRA OROZCO

Sie7e de cada 10 casos recibe un diagnóstico erróneo

Tuxtla.- El 30 de marzo de 1853, nació en Holanda el pintor Vincent Van Gogh, mundialmente conocido por sus pinturas postimpresionistas, o por cortarse una oreja, y es que precisamente cometió este acto porque, de manera póstuma, fue diagnosticado con trastorno bipolar, y es en su honor que este día se visibiliza el padecimiento.


De acuerdo con Mario Fu, médico psiquiatra, el trastorno bipolar es una enfermedad caracterizada porque la persona se va, como su nombre lo dice, a los polos, son dos situaciones características, la depresión y la manía, las personas van transcurriendo de uno a otro pero no es como se piensa, que un momento están felices y al rato tristes, sino que son lapsos de tiempo específicos: dos semanas para la depresión y una semana o cinco días para la euforia.

“No se sabe la causa, se han estudiado los genes y juegan un papel importante. Las señales de alarma serían cambios muy visibles por tener dos caras de la enfermedad, se identifican de manera sencilla: alteraciones del sueño, desde dormir mucho hasta el insomnio, atención, concentración, disminución del apetito”, explicó.

Este cuadro puede aparecer en cualquier momento de la vida, pero en promedio aparece antes de los 25; el diagnóstico suele ser confuso, puede ir desde la depresión hasta la hiperactividad y la Asociación Psiquiátrica de México considera que en el 70 por ciento de los casos tienen precisamente un diagnóstico erróneo, y se estima que en uno de cada cuatro casos, la falta de tratamiento deriva en un suicidio.

“Se identifica mejor la manía por ser un estado de ánimo elevado, anormalmente alegre, irse a los excesos en consumo de sustancias, compras, sexo, se desorganizan, anormalmente eufóricos, no hay cifras acertadas pero se calcula que entre 1 y 2.4 por ciento de la población lo padece”, señaló.

Aunque la enfermedad no tiene cura, sí se puede controlar mediante tratamiento psicoterapéutico y farmacológico, esto dependiendo de cada paciente, esto es sumamente importante ya que se puede vivir normal, pero hay episodios y recaídas como en toda enfermedad psiquiátrica.


Gabriela Orozco tiene 28 años, es diseñadora gráfica y a los 16 fue diagnosticada con este trastorno ya que su comportamiento no era normal, es por ello que sus papás buscaron ayuda y su vida cambió, ya que es difícil asimilar un diagnóstico que te cambia la vida, pero también es posible salir adelante.

"Señales como tal fueron desde que estaba chica, pero las más importantes o por lo cual me llevaron a terapia fue cuando estaba en la preparatoria que no tenía control de mis emociones ni de mi comportamiento, yo sufría muchísimo de migraña y eso era parte de todas las emociones que yo estaba viviendo, pero cuando me diagnosticaron como tal fue cuando me llevaron con un especialista en niños y jóvenes, y él en automático dijo qué es lo que tenía, por lo que le estuvimos contando", señaló.

En todo este tiempo, ha estado con tratamiento farmacológico, con subidas y bajadas de dosis hasta encontrar la adecuada, al principio eso repercutió en su manera de dormir y en su apetito, pero hoy la medicación es parte de su día a día y ya está totalmente acostumbrada.

"Vivir con trastorno bipolar es una constante montaña rusa, también sueles afectar un poco a las demás personas, pero por eso es importante decirles qué tienes porque así te pueden comprender un poco mejor, obviamente a veces se sacan de onda, tienes bajones muy fuertes en los que tienes que controlarte, pero con que estés en tratamiento tu vida mejora al 100 por ciento, entonces sí recomiendo a todos que cuando se sientan mal acudan con un médico, nada como que un especialista te diga qué tienes, y no por eso estás loco", compartió.

Por su parte, el psiquiatra considera que es difícil quitamos las etiquetas, los estigmas, pensar que si vamos al psicólogo o al psiquiatra estamos locos, tiene una connotación principalmente literaria, no es un diagnóstico, no tiene nada que ver con la medicina, pues así como todos necesitamos de un odontólogo, de un cardiólogo, también de un psiquiatra, Van Gogh es precisamente la muestra de que la genialidad no está peleada con la enfermedad.

17 visualizaciones
Banner GOB.jpg
Banner 950x125.jpg
bottom of page