Son mujeres, 85 de cada 100 enfermeros

Tuxtla.- Son héroes vestidos de blanco. Detrás de caretas y cubre bocas, presentes desde que nacemos hasta que morimos. Sin sus cuidados, no podríamos salir de ningún cuadro de salud, por más medicamentos y tratamientos que nos apliquemos: son las y los enfermeros.

Aunque suele ser opacado por el Día de Reyes, cada 6 de enero se conmemora su día, para honrar la labor que eligen por vocación y que complementa el trabajo de los médicos en todos los ámbitos.

Abigail Ovando, por ejemplo, lleva 11 años siendo enfermera, desde pequeña recuerda que le gustaba cuidar a los animales y su mamá le decía que debería estudiar algo relacionado con la ayuda humanitaria, que tenía vocación para ello, y no se equivocó al elegir su carrera.

"Es como una fusión de ciencia, fortaleza y humanidad, mucha humanidad para la atención que le damos a nuestras pacientes, aparte de que son mujeres, nosotras también somos enfermeras y somos mujeres, no dejando atrás a los compañeros caballeros que también son enfermeros, que muchos de ellos tienen la vocación", señaló.

Para ella, lo más bonito de su carrera es recibir a un recién nacido sano con buena atención, ver a mamá-bebé en apego inmediato a través de la lactancia, aunque por el otro lado, lo más difícil es ver a una madre perder a su bebé.

“Son procesos de duelo difíciles, y no es cierto eso de que las enfermeras ya no sentimos nada, somos mamás, somos hijas, tenemos familia y es muy difícil para nosotras porque tenemos muchos roles como mujeres: esposa, maestra, muchas carreras en la vida cotidiana, dejas tu guardia y tomas otro rol en casa”, explicó.

Ana Laura Pérez Maza tiene el doble de años de experiencia que ella, y de igual forma, su satisfacción como enfermera es ver que la madre y el niño se vayan en alojamiento conjunto, con una atención completa y satisfactoria para ambos, mientras que las muertes maternas son lo más complicado.

"Lo más importante es el tener el apoyo de la familia, de nuestros esposos, de nuestros hijos para poder hacer con gran satisfacción la labor humanística que hacemos con cada paciente, cada paciente para nosotros es lo primordial, cada intervención de enfermería lo hacemos como seres humanos, como mujeres que somos, porque también sentimos el dolor ajeno".

A sus compañeros y compañeras les desea lo mejor, ya que cada una siente ese placer y naturalidad de saber hacer las cosas, que lo que quieren lo hacen y sobre todo que sus pacientes se vayan satisfactoriamente.

Otra experiencia es la de Zaida Díaz Hernández, quien considera que su labor es igual de importante que la del médico, pues prácticamente la enfermera es quien está 24/7 con el paciente y es quien lleva a cabo todas las actividades de cuidado, sin las cuales no podría haber un diagnóstico satisfactorio.

“Hemos estado viviendo un tiempo muy difícil de pandemia, en el que hemos tenido que esforzarnos mucho más física y mentalmente, hemos tenido que cubrir mucho más pacientes de los que nos corresponden, pero seguimos de pie, en la lucha y con todo el corazón atendiendo a los pacientes”, finalizó.