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  • ALEJANDRA OROZCO

Tamales para celebrar el Día de la Candelaria

Llegó la última fecha del maratón Guadalupe Reyes, la que muchos consideran que cierra con las festividades decembrinas, pues toca pagar a quienes sacaron muñequito en la rosca.



Según los investigadores, los aztecas celebraban el inicio de la cosecha ofreciendo maíz, justo coincidía con la fecha en que los españoles celebraban los 40 días del nacimiento de Jesús, o Día de la Candelaria.


Fue así como durante la Conquista, se fusionaron las dos celebraciones, la ofrenda tomó forma de tamal y desde entonces ha sido el alimento por excelencia, añadiendo el elemento de pagar por el muñequito.


TAMALES TUXTLECOS


A propósito, doña María Eugenia Gálvez Escobar lleva 10 años haciendo tamales, una tradición que inició como una prueba, y que ahora es su sustento de vida.


“Empecé por querer hacer negocio, empecé jugando jugando, empecé con 20, 30, 40, 50, fui subiendo y hoy para estas fechas hago 700 tamales como mínimo”, señaló.


Su mamá y sus hijos le ayudan en esta tarea, que en días fuertes como hoy, inicia unos tres días antes, y el mero día desde las 4 de la mañana para tener todo listo para la venta.


“Tengo de mole, de cambray, de cuchunuc que es el más importante, de picte, de salsa verde, de cambray, chipilín, yerbasanta, frijolito tierno”, nos cuenta.



Primero, se encarga de cocer y moler el maíz, para luego ponerle los ingredientes dependiendo de la variedad que se vaya a elaborar, previamente prepara todos los guisos. El más especial es el de cuchunuc, la flor de temporada, que sustituye a la carne de cerdo o res y es bastante popular.


“Se pone a hervir la flor, ya que esté bien hervido se escurre, ya que se lavó todo se sofríe, le pongo elote tierno, pepita de calabaza y epazote, su tomatito guisadito y empezamos a elaborar, mínimo son dos horas el cocimiento”, nos cuenta.


Sin embargo, los más pedidos son los de picte y los de mole, sin dejar atrás el de yerbasanta o chipilín; cada hora y media va cociéndolos en la olla a la leña, para que le dé el sabor casero que los caracteriza.


“Nos ha ido muy bien con los pedidos incluso en la pandemia, siempre tenemos encargos, a mí en lo personal me encanta hacerlo, me gusta servir, más que el dinero lo más hermoso es servir y la satisfacción de que me digan que quedaron deliciosos”, nos cuenta.



Desde hace ocho años, doña Eugenia participa en el Festival del Tamal Tuxtleco, que este año tuvo que realizarse de manera digital, es decir, subieron a la página el número de cada tamalera para hacer los encargos directamente con ellas y apoyar su economía.


“Es importante este platillo para la gastronomía chiapaneca porque en otros lugares se está perdiendo la tradición y nosotros no debemos perder la tradición de raíz”, finalizó.


Así como ella, cientos de mujeres se dedican a la elaboración de tamales, lo que le da sustento a su familia, más en fechas como hoy, por lo que invita a la gente a hacer sus pedidos al 9611858672.

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