Tamara, manteniendo vivo el espíritu de la Navidad

Tuxtla.- Tamara Longines es comunicóloga, pero en los últimos años la han identificado por su talento para las decoraciones, sobre todo navideñas, pues tiene ya casi un mes que ni bien pasó el Día de Muertos, su casa ya es un recinto ad hoc para la festividad que se avecina.

Esta tradición, que es de sus favoritas, viene de las memorias creadas por su mamá por ser la más pequeña de la casa, recuerda que siempre las mantenía ocupadas, en la escuela, incentivaban su creatividad y le emocionaba muchísimo cuando estaba en la primaria, que a finales de año le ponían manualidades porque había una expo navideñas

“Esto en conjunto con la emoción de mi mamá, siempre nos dábamos ese tiempo de ponerlo juntas, lo poníamos desde el 20 de noviembre porque había puente, muchas familias iban a ver el desfile y de ahí se iban a comprar el árbol natural o poner el artificial, luego me caso y trato de crear esas memorias con mi hijo y mi esposo”, señaló.

Dice que siempre procuran ponerlo entre los tres, trata de que las esferas o cualquier adorno no sean de cristal para que se puedan involucrar todos, vivirlo, quitarle y ponerle, desde montar el árbol, probar las luces, checar adornos; a raíz de esto sus tías, suegra y luego amigos, ya le piden apoyo para montar sus decoraciones.

"Mi esposo no vivía la navidad como yo la vivía tan intensamente desde casa, ya que nos casamos se contagió él, y pues con el paso del tiempo ya no quise esperar más, porque además son fechas que pasan súper rápido y dije bueno, entre más tiempo tengamos la navidad en casa, para mí mucho mejor".

Es por eso que después de día de muertos, luego luego quieren celebrar la navidad, porque

la pandemia fue muy complicada para muchos, quizá perdieron familiares y esto les levantaba el ánimo, para seguir adelante por aquellos que perdimos, devolver la alegría pero también la nostalgia, ya que añade, si algo nos enseñó la pandemia es a vivir, a tener esa reconciliación con la vida, sentirnos afortunados de estarla contando, de estar aquí un año más.

“Por lo regular me llevo unas nueve horas en el armado del árbol, el día que lo pongo no hacemos nada más que eso, incluso ya saben que ese día no hago compromisos ni cocino, todo depende de la temática, nunca tengo una idea clara, confío en el proceso y ahí voy; este año la temática fue de colores, y pese a que mucha gente me dice que gasto mucho en los adornos porque lo hago distinto cada año la verdad es que no”, aclaró.

El secreto está en que procura, en la medida de lo posible, reutilizar muchas cosas que quizá tenga de hace muchos años, procura ir modificando un poco la temática, los colores, pero también, por ejemplo, comprando cosas de segunda mano; también se ha dado a la tarea de planear bien qué es lo que le gustaría tener el próximo año, en la próxima navidad, idear con lo que tiene e ir consiguiendo lo que falta, incluso aprovecha ofertas hasta del 70 por ciento cuando acaba el año.

“Haciendo los ahorros correspondientes podemos tener un árbol súper sencillo, puede ser pequeño o de puras ramitas, el chiste es, los invito a crear memorias en familia aunque ya no estemos todos, siempre crear esa memoria y que no se pierda el espíritu navideño, no necesitas tantos adornos ni tanto dinero para tener un árbol bonito”, puntualizó.