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  • ALEJANDRA OROZCO

Tela que se convierte en memorias

Tuxtla.- ¿Cuántas veces tenemos guardada una prenda de ropa de alguien especial, que no vamos a usar pero de la cual no nos podemos deshacer? Yoly encontró la forma de darles un segundo uso, uno muy creativo y especial.



Ella se dedica a convertir mamelucos que ya no se usan, así como prendas de vestir de gente ya fallecida en muñecos, una manera de conservar ese recuerdo bonito o triste de una manera original y especial.

“Hace aproximadamente unos tres años se me ocurrió porque nació mi nieto y así empecé, y luego empecé a hacer con otras prendas para personas que ya no están con nosotros, camisas, eso le sirve mucho a las personas como un consuelo”, nos cuenta.

Además, Yoly se dedica a hacer tejidos, la demanda de sus creaciones depende de qué tanto publique en redes sociales, pero siempre hay gente interesada en convertir esos pedazos de tela en algo único e invaluable.

“Todos los modelos son iguales aunque el tamaño varía, es el mismo trabajo hacer los muñecos de distintos tamaños, si me siento a acabarlos me toma de cuatro a cinco horas cada uno”, comentó.

En el tiempo que lleva dedicada a esto, le han mandado camisones, vestidos, playeras o pijamada de los que saca varios muñecos, muchas familias los regalan entre hijos o nietos, en el caso de los mamelucos son un bonito recuerdo de una etapa de la vida.

“Yo creo que las personas se sienten felices al ver una cosa que fue una camisa de alguien que tú quisiste y de repente lo ves en un oso, cuando vienen las señoras a recoger, unas se van con lágrimas pero de alegría, y te voy a decir una cosa, cada vez que corto ropa de una persona fallecida, sobre todo que me enseñan la foto que la traía puesta, me siento mal”.

Incluso, comenta que se llevó dos años haciendo muñecos con la ropa de su mamá, para regalárselos a sus sobrinos e hijos, le ganaba la tristeza: cortaba, lo dejaba y lo retomaba, apenas se los regaló el año pasado.

Se trata de un trabajo fuerte, ha habido señoras que le cuentan que se murió su hija de 15 años y quieren transformar su ropa, así como una señora le regaló un muñeco hecho de un mameluco a su hija que se iba a casar, y ella no lo sabía.

“Todo es parte de una historia, si te lo traen es por algo, yo pienso que ayuda traer prendas de personas fallecidas, aunque hay gente que me dice que es terrorífico, pero yo no sé cuál es lo terrorífico, más bien es terapéutico”, afirmó.

Se encarga de convertir vestigios de muerte en alegría, así como momentos felices que perduren para siempre, son dos caras de la moneda que le ha tocado compaginar mientras realiza lo que más le gusta.



“De los mamelucos te da alegría, porque si ves algunos vienen hasta manchaditos, huelen a lechita, me han traído colchitas que huelen a lechita y la mamá se va feliz”, señaló, orgullosa de todas sus creaciones.

Yoly borda desde que era una enana, nos cuenta; le encantan las manualidades, hacer decoración navideña, todo por amor, lo que explica la belleza de sus creaciones y el empeño que les pone. “Amo mi trabajo, soy la mujer más feliz del mundo haciéndolo”, puntualizó.

Puedes encontrarla en Facebook como Yoly Garrido Hecho a Mano, donde tiene fotos de todas las creaciones que hace con diferentes técnicas, aunque lejos de dedicarse a esto por oficio o por obtener un ingreso, lo hace por la satisfacción y el gusto de crear memorias.

 
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