Tuxtla Gutiérrez: una ciudad antigua con rostro moderno
- NOÉ JUAN FARRERA
- hace 6 horas
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Tuxtla.- A pesar de su apariencia contemporánea, Tuxtla Gutiérrez no es una ciudad nueva. Su historia se remonta a varios siglos atrás, como lo demuestran sus raíces zoques, sus vestigios coloniales y su evolución arquitectónica a lo largo del tiempo. Investigadores como Roberto Ramos Maza, coinciden en que esta capital chiapaneca, es un testimonio vivo de una transformación urbana constante, en la que conviven memoria y modernidad.

Desde tiempos prehispánicos, los zoques habitaron esta región fértil a orillas del río Sabinal. Con la llegada de los españoles en el siglo XVI, los frailes dominicos fundaron San Marcos Evangelista Tuchtlan, marcando el inicio de los primeros barrios coloniales: San Andrés, San Miguel, San Jacinto y Santo Domingo, este último aún conserva su iglesia original, símbolo de permanencia en medio de los cambios.

Durante los siglos XVII y XVIII, Tuxtla era un pequeño caserío con escasa importancia política, pero su destino cambió radicalmente en 1892, cuando fue declarada capital del estado. A partir de entonces, la ciudad vivió una acelerada modernización. Se construyeron edificios gubernamentales, nuevas calles y servicios públicos, y poco a poco comenzó a perfilarse como el centro neurálgico de Chiapas.
El siglo XX trajo consigo una transformación profunda del paisaje urbano. El estilo moderno sustituyó muchas construcciones coloniales, dando paso a una ciudad en expansión, con nuevas colonias como Maya, Los Laguitos y 24 de Junio, pensadas para albergar a la creciente clase trabajadora.

Hoy, aunque su centro histórico ha sido alterado en repetidas ocasiones, Tuxtla Gutiérrez sigue conservando fragmentos de su pasado. En sus calles, iglesias y algunas plazas, aún resuenan los ecos de una historia que se niega a desaparecer. Caminar por Tuxtla es recorrer siglos de identidad, cambios y permanencias, en una ciudad que se reinventa sin olvidar sus raíces.
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