Una muy mala escuela

Annete Lewis

Sí, es desafortunado, pero es lo que es más fácil de aprender; justificar fracasos o malos resultados en el deporte continúa encontrando métodos cada vez más sencillos y el de culpar a alguien más es cada vez más cotidiano.

La final del Mundial Sub17 de hace un par de días es la clara muestra de que, lo rechazamos, nos sentimos engañados, lo señalamos de todas maneras, pero al final, todos hemos aprendido de Miguel Herrera. El “piojo” puede presumir que su escuela gana adeptos en todos los rubros y con mayor presencia, porque la forma en la que el domingo todo el mundo decían que a México lo “acuchillaron”, no era más que la forma de justificar algo que no pudimos ganar en la cancha.

Hasta el “Chima” Ruiz se aventó la puntada de señalar la jugada que, de primera vista y con la bandera en el pecho, no era penal. Ya se explicó varias veces aquí que el VAR es un instrumento que busca que la justicia aparezca y es por eso que se uso para decretar ese penal. Es más, los árbitros mexicanos en redes sociales coincidieron y miren que eso ya es algo muy, pero muy complejo.

Pero para el resto de los mortales, “nos robaron”, el arbitraje “hizo de las suyas”, la “mafia de FIFA” volvió a aparecer. Todos los análisis se enfocaron en esa jugada, que claramente no se marcó de primera impresión (porque el árbitro no la había juzgado así), pero que el VAR evidenció como una jugada imprudente dentro del área.

Es decir, que el mensaje que como aficionados a nuestro defensor es que “no cometiste falta, el árbitro fue rigorista”, cuando a todas luces, debe criticarse que se realice esa jugada, en un momento tan importante.

Todos hemos criticado en su momento a Miguel Herrera y su constante referencia de los “árbitros” cuando el resultado es adverso (y a veces hasta ganando), pero el “piojo” no es más que el reflejo de lo mal perdedores que somos, de cómo solemos encontrar siempre un distractor para jugadas tan puntuales y revivimos nuestro propio dolor (aquel #NoEraPenal del 2014), para evidenciar que nunca vamos aser culpables y corregir, siempre queremos culpar a alguien más.

Fue penal y el resultado no le quita a este equipo el buen papel que desempeñó en esa justa; desafortunadamente, si el triunfo no es factor para que alcancen el desarrollo que se espera, la derrota los terminará por dejar en el olvido y eso es más preocupante. Vamos a seguir lamentándonos porque nos marcaron un penal claro, que por lo que viene en los próximos años para estos jugadores. Muy al estilo de Miguel Herrera.

IMAGEN DEL DÍA

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