Violencia, principal causa de migración forzada

Tuxtla.- Cada 18 de diciembre se conmemora el Día Internacional del Migrante, y vaya que Chiapas es importante dentro de este fenómeno, es la zona de paso de Centroamérica a nuestro país, en el que muchos se quedan y donde otros continúan hasta Estados Unidos.

Yanet Gil, directora de Una ayuda para ti mujer migrante, señaló que huir de la violencia es la principal causa por la cual los centroamericanos abandonan sus hogares, huyendo de las pandillas, seguida de cerca por quienes se ven afectados por los desastres naturales.

Particularmente en este año de pandemia, el fenómeno disminuyó considerablemente, para volver a aumentar de manera abrupta a finales de octubre, además, ha sido el año en el que más ha observado que los migrantes se queden en el país.

Y es que el coronavirus les ha afectado, tanto a quienes integran esta asociación como a los migrantes que llegaron a pedir ayuda, a quienes lamentablemente les tuvieron que cerrar las puertas del albergue y tuvieron que vivir en la calle.

La directora considera que este sector de la población sigue siendo discriminado y sufriendo de xenofobia, misma que aumentó con los primeros dos grandes éxodos, y aunque se ha aminorado, todavía persiste entre la sociedad mexicana.

Uno de ellos es ‘Marco’, migrante hondureño que lleva 42 días en Tuxtla, víctima de la violencia y de las inclemencias del tiempo, pero con grandes metas por cumplir.

“Pues la verdad la delincuencia, las pandillas se revuelven un poco, y con lo del huracán salió bastante afectado mi país en ese proceso, nos afecta duro y la verdad nos duele que nuestra nación esté así, en tanto riesgo”, considera.

Para ellos, la vida no es fácil; hay muchos obstáculos desde que salen de su país hasta que intentan ingresar al nuestro, los trámites de asilo y residencia se han visto retardados por la pandemia, y así como otros, sigue en espera, mientras recuerda todo lo vivido.

“El camino es riesgoso, la verdad hay que tener valor, se necesita bastante valentía para eso, lo primero son sus pies, lo primero que se le debilitan son sus pies por las ampollas, por el sol, el duro caminar, pero la verdad que si tiene fe, va a llegar adelante”.

En su camino se ha dado cuenta que hay gente buena y mala, pero es más la gente buena, con la que está agradecido y motivado para quedarse en Tuxtla, establecerse y ser productivo, no ser un bulto para el país; para ello, está en trámite para tener sus papeles, lo que le dará la seguridad necesaria.

“Ser migrante es ser una persona fuerte: es un camino muy duro y todas las personas que vienen, vienen porque han sufrido y aquí han venido sufriendo y por algo están aquí, por un propósito que ellos se meten en la cabeza. Creo que es impresionante la verdad porque el migrante tiene agallas, es impresionante ser migrante y a lo que Dios diga, más que todo”, finalizó, esperando que aquí pueda encontrar esa nueva oportunidad para iniciar con el pie derecho una nueva vida.