Niños de Bonampak, un ejemplo

Falta mayor impulso a descubrimientos arqueológicos en tierras chiapanecas

Javier Montes de Paz, antropólogo físico del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Chiapas, manifestó que en materia de hallazgos hay algunos de suma importancia, como el de los entierros de restos de 18 niños en Bonampak, “pero sentimos que no se le ha dado el realce que merecen”.

Recordó que el proyecto Bonampak se remonta a los años 90´s, “nació muy bien, de viento en popa, pero se desangeló poco a poco a principios del 2000, y sí tuvo sus frutos, como es el hallazgo de entierros humanos; y al principio dijimos que eran de dos o tres de niños, pero aparecieron más”.

Recordó que el responsable del mismo, el arqueólogo Alejandro Tobalín, “me dice: ‘Oye Javier, fíjate que en tu trabajo de análisis veo unos niños, porque esto pasa en Bonampak’… y nos preguntamos entonces qué sucedió ahí, y por eso, años después, me doy a la tarea de revisar esos materiales, por segunda ocasión”.

De hecho, refirió que al profundizar en el análisis detectó que hay restos óseos de infantes, “como en ese entonces me interesaba lo relacionado a sexo, edad, patologías, malformaciones, incrustaciones, entre otras cosas, pues pasó por desapercibido, pero como lo retomé, notamos esos restos”.

Por ello, dijo que comenzaron a hacer la reclasificación, la separación, la cuantificación y el análisis, “y concluí que era importante hacer un artículo para su publicación porque son casos muy relevantes, y empezamos a trabajar con otros arqueólogos, y de ahí el descubrimiento”.

MÁS DETALLES

Lo interesante e increíble, agregó, es que se detectó a un niño distribuido en tres tumbas, “lo que significa que a ese menor probablemente lo desmembraron y dejaron el pie aquí, el brazo allá… pero lo más interesante es que en otros entierros había huesos de pequeños, trabajados y depositados en espacios importantes; aclarar que fueron ofrendados”.

Entre otras cosas, explicó que hallaron huesos quemados o cocidos, incluso algunos con líneas de cortes, “como cuando vas a la carnicería y ves al carnicero limpiar los huesos, quitándoles la carnita, y el cuchillo raya ese hueso… así fue como nosotros creamos nuestro propio planteamiento: se trataba de niños sacrificados, y esa es nuestra conclusión en ofrenda a ciertas deidades, con un estatus social elevado, y otra prueba es que están en tumbas elegantes, bien elaboradas”.

Comentó que la presentación de los resultados lo hicieron apenas en noviembre del año pasado, “la investigación no nos costó mucho, porque teníamos avances, un análisis previo, solo era cuestión de abrir cada una de las cajas y revisar cada uno de los entierros”.

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