- ALEJANDRA OROZCO
Aumentará en 4 mil hectáreas Parque Nacional Cañón del Sumidero
Tuxtla.- Una lucha de años por parte de activistas ambientales está rindiendo frutos, pues el polígono del Parque Nacional Cañón del Sumidero será modificado, para integrar más áreas verdes y restar las que ya no se consideran como tal.
Juan Carlos Franco Guillén, presidente del Consejo Asesor del Parque Nacional Cañón del Sumidero (PNCS), señaló que han estado esperando desde hace un rato esta buena noticia, que significa la delimitación legal del parque para deslindar las áreas que ya denotan un crecimiento urbano.
“Más de 91 colonias serán desincorporadas porque ya son una zona urbana, por otro lado crece el parque al adicionarle áreas con cobertura forestal, esto representa una ventaja positiva, porque permitirá tener un programa de manejo, lo que no se podía hasta delimitar la zona”, explicó.
Es decir, durante la visita de turistas tanto por la parte fluvial como por los miradores, podrán realizarse acciones de conservación y uso sustentable, ya que actualmente el parque enfrenta problemas fuertes de invasiones, incendios y cambio de uso de suelo.
Lo bueno, es que las autoridades han hecho caso a las recomendaciones, que han sido emitidas incluso por la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), todo por la recuperación y restauración de áreas, y que las zonas que limitan con la urbana sean de utilidad para la ciudadanía.
Recordemos que Chiapas tiene más áreas naturales protegidas (ANP) que el resto de México; con este decreto, el área se volverá como otras con su programa de manejo, lo que no solo significa administrar mejor el parque, sino tener la certeza de que se va a conservar el área que ocupa.
“El Cañón significa una recarga de agua y un regulador de temperatura para la capital, el aire fresco que corre desde ahí, ayuda a que los cambios de temperatura no sean tan duros, reduce la vulnerabilidad del hábitat”, explicó Juan Carlos.
De esta forma, el área crece de 21 mil a 25 mil hectáreas de superficie bajo conservación, que por cierto, con esta temporada de lluvias ya podemos dejar de preocuparnos por los incendios, pues su selva baja caducifolia pierde hojas en temporada de secas y se vuelve material combustible, pero en tiempo corto ha tomado su verde de selva esplendorosa.
Por otro lado, Adolfo Vital Rumeve, director del PNCS, explicó que estas 91 colonias desincorporadas ya no representan conservar la diversidad, pues se han transformado en lugares urbanos, aumentando las áreas desalojadas o recuperadas para garantizar la conservación de diversidad.
“Por ejemplo, algunas cuevas donde habitan murciélagos que son importantes para control de plagas e insectos, u otras especies polinizadoras que transportan semillas, así como macizos de selva baja para dar continuidad a la biodiversidad”, dijo.
Los principales daños evaluados en las zonas desalojadas de invasores, representan cambio de uso de suelo de selva baja a espacios donde se ha eliminando vegetación, modificación del paisaje, alteraciones al suelo al poner terraplén o terrazas para viviendas, lo que significa pérdida de suelo fértil.
Para la recuperación, se están llevando a cabo actividades de restauración para poder reforestar, o bien, propiciar la regeneración natural de la zona, sin embargo, para poder ver la vegetación como era en un principio, debe darse un proceso de 15 a 20 años, aunque en unos cinco podremos ver cambios de inicio de restauración, parte de un proceso paulatino.
Aunque ya se desalojó una parte importante de la reserva, todavía tienen el proyecto de desalojar por lo menos dos áreas más, próximamente, para seguir recuperando parte de esta área natural que nos da identidad como chiapanecos.
Finalmente, explicó que el documento se encuentra en revisión, es decir, disponible para una consulta ciudadana en la que todos podemos participar, aunque ya están los edictos para este proyecto de decreto que podría constituirse en el mes de agosto como un nuevo decreto.
