- ALEJANDRA OROZCO
Lesiones bucales, señales tempranas de abuso
Tuxtla.- Aunque las señales psicológicas y sociales suelen señalar abuso sexual infantil, también las señales físicas son importantes; hay algunas que se pueden identificar de manera sencilla, incluso a la hora del cepillado bucal.
Gabriela Ovando Gavito, odontóloga pediatra que colabora con la Fundación Granito de Arena, señala que pueden aparecer en la cavidad bucal algunas lesiones pequeñas entre el paladar duro y blando, moretones conocidos como petequias del tamaño de la cabeza de un alfiler, o puede haber desgarres en el frenillo, moretones, o lesiones por enfermedades de transmisión sexual como sífilis, gonorrea o herpes.
“La edad más común para que aparezcan estas lesiones es en menores de ocho años, que precisamente para su edad no son normales, por lo que tenemos que sospechar de ellas, por lo general mamá y papá saben si el niño o niña se cayó, se golpeó, y si aparecen lesiones sin explicación hay que sospechar”.
En los casos de abuso, la zona más afectada es el labio superior, y en estos casos no se sabe su origen, o bien, al preguntarles cambian el tema porque en muchas ocasiones el familiar suele ser el propio abusador, por lo que el personal de salud también debe saber al respecto para identificar y canalizar los casos.
Es más común que estas lesiones aparezcan en niños varones, y si se encuentran durante las primeras 24 a 48 horas, hay rastro y evidencia para identificar al agresor, es decir, puede ser una prueba física del abuso; son los familiares cercanos quienes suelen darse cuenta primero.
“Esto claro que trae consecuencias, a largo plazo pueden quedar secuelas de una enfermedad de transmisión sexual que pueden trascender o complicarse, hasta desarrollar VIH, puede llegar a ser muy grave”, señaló la especialista.
Por eso, Gavito recomienda siempre estar pendientes de los niños, pues hasta los ocho años los padres son responsables de la higiene de sus hijos; antes de eso no tienen la habilidad para tener ellos mismos una higiene adecuada, de esta forma se pueden identificar cambios en su salud, tales como caries, inflamación o abuso.
Por su parte, la American Academy of Pediatrics y la Academia de Odontología Pediátrica de los Estados Unidos, señalan que con frecuencia aparecen lesiones e infecciones en el área bucal en los niños que son maltratados, no solo sexual, sino físicamente.
Hay síntomas como hematomas en los labios, encías, lengua, tejido blando en los labios o dentro de la boca causados por utensilios para comer o por un biberón durante una alimentación forzada, así como quemaduras o ampollas causadas por líquidos hirvientes o fracturas de los dientes, huesos de la cara o quijada o cicatrices o dientes ennegrecidos debido a lesiones previas.
Hay que identificar también irritaciones de la piel, hematomas o cicatrices en las comisuras de la boca, que podrían ser causadas por mordazas puestas en la boca durante intentos por la fuerza de callar a los niños, así como lesiones en la parte trasera de la garganta, algunas veces infligidas intencionalmente para hacer que el niño tosa o vomite sangre o para crear otros síntomas que requieran atención médica.
También pueden aparecer lesiones e infecciones asociadas con el sexo anal forzado, tales como desgarres y otras señales de trauma dentro de la boca, llagas o sarpullidos causados por enfermedades transmitidas sexualmente, o bien, marcas de mordeduras dentro de la boca del niño causadas por sus propios dientes, las cuales son a veces ocurren por abuso físico o sexual.
En casos de negligencia, las caries dentales que no han sido tratadas y la enfermedad periodontal (encías/gingivitis) afectan la habilidad para comer, comunicarse y para el buen desarrollo, así como existe una conexión entre el acoso escolar y la salud dental, los niños con anormalidades de la boca o dientes son con frecuencia víctimas del acoso o bullying, y corren riesgo de sufrir depresión y tener ideas suicidas.
