- ALEJANDRA OROZCO
Ballet Folclórico de la UNACH cumple 44 años
Tuxtla.- Si de danza folclórica en Chiapas hablamos, destaca un nombre: el Ballet Folclórico de la UNACH, que hoy cumple 44 años preservando la cultura chiapaneca a través del arte de la danza, y que ha formado a innumerables bailarines y bailarinas que han puesto en alto el nombre de nuestro estado.
Juan Carlos Cano Aguilar, director artístico de este ballet desde hace 33 años, recuerda que hace 44 años, el grupo fue fundado por la maestra Martha Arévalo, él mismo fue uno de los bailarines que se prepararon con ella, quien lamentablemente falleció hace apenas dos años.
“Ella creó 44 danzas folclóricas, fue una investigadora y creadora de bailes como El Alcaraván, El Torito, El Jabalí, La Tonalteca y muchos sones que seguimos bailando hasta hoy en día, uno de los últimos fue El Copalnaiteco, también asesoró muchos ballets”, dijo.
El prestigioso ballet se ha presentado en los escenarios más importantes del país, entre ellos cuatro veces en el Palacio de Bellas Artes, teatros como el Degollado, el Luis Alcalá, el Benito Juárez, en todos haciendo un gran papel, así como festivales de renombre.
“De este ballet parten los demás grupos de danza que hay actualmente, se han formado maestros que ya tienen sus propios grupos, es el rector de todos, ahorita contamos con 25 bailarines, tanto pertenecientes a la UNACH como externos, ya que nos quitaron los cursos ordinarios, pero se creó la licenciatura”, destacó.
Es un grupo que se prepara arduamente para mantener su nivel, practican dos horas diarias a pesar de tener otras ocupaciones cada uno. “Me siento satisfecho, con ganas de pasar la estafeta a las nuevas generaciones porque quizá ya me quede poco tiempo al frente de este ballet, pero estoy orgulloso de los chicos, son fenomenales”, dijo.
Víctor Manuel Torres Jiménez es uno de ellos, es auxiliar del profesor Cano y miembro desde hace 25 años, pues sus papás en su tiempo fueron bailarines y desde niño se involucró en esta actividad.
“Siento una satisfacción grande por contribuir a la difusión de nuestras tradiciones a través del folclor, no es fácil, pues requiere práctica, horas de ensayo; aprendemos muchas cosas como bailarines y maestros, buscamos transmitir esta disciplina a los alumnos, es una felicidad enorme”.
Profesionalmente, no eligió la danza, sino que es ingeniero en electrónica, profesión que ejerce de día mientras que por las tardes se dedica en cuerpo y alma a este ballet, que eligió como pasión, ambas actividades las compagina bien.
“Tengo la oportunidad de ver esta parte de ser chiapaneco y mexicano, nuestras tradiciones son importantes y a través de la danza buscamos darlas a conocer, seguir con estas tradiciones que se van perdiendo, queremos darles continuidad, rescatar, investigar y que las nuevas generaciones se interesen por este arte”, finalizó.
Muchas felicidades a quienes han formado y siguen siendo parte de esta institución de la cultura chiapaneca, quienes con cada faldeo, zapateado y grito arrecho mantienen viva esta parte de nuestras tradiciones y de nuestro folclor.
