Chiapas va lento, pero con seƱales de un camino hacia la seguridad
- EDITORIAL
- hace 27 minutos
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En un paĆs donde la inseguridad parece haberse convertido en norma, resulta necesario destacar cuando una entidad se mueve, aunque con cautela en la dirección correcta. Chiapas, tradicionalmente estigmatizado por la violencia y la percepción de inseguridad, hoy arroja algunos indicadores recientes que invitan al optimismo: la tendencia va hacia una reducción general en los delitos, lo que abre la posibilidad de recuperar estabilidad y confianza ciudadana. Recientemente, las autoridades del estado a travĆ©s del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad PĆŗblica (SESNSP) informaron que entre enero y octubre de 2025, Chiapas se ubicó en segundo lugar a nivel nacional en la disminución de incidencia delictiva general, con una puntuación de 160.5, lejos de la media nacional. Ā En cuanto a los delitos de alto impacto, tambiĆ©n ocupa el segundo puesto con 20.9, muy por debajo del promedio nacional. MĆ”s aĆŗn, durante al menos seis meses consecutivos, Chiapas encabezó los indicadores de menor delito general con 13.1 delitos por cada 100 mil habitantes en octubre pasado lo que sugiere una tendencia sostenida. Estos datos comienzan a dar frutos concretos: en 2025 ya se registra una baja en delitos especĆficos como el robo de vehĆculos, un flagelo cotidiano en muchas comunidades en comparación con periodos anteriores. Para miles de familias chiapanecas como la tuya significa algo mĆ”s que estadĆsticas: representa una oportunidad real de recuperar la tranquilidad diaria, de salir sin miedo, de que los negocios locales puedan operar con menos riesgo, de que las calles de las ciudades como Tuxtla GutiĆ©rrez o San Cristóbal de las Casas vuelvan a sentirse seguras para caminar en familia. TambiĆ©n es un logro institucional que demuestra que la coordinación entre autoridades estatales, municipales y federales puede rendir frutos si hay voluntad y constancia. Las cifras no mienten: cuando hay resultados, se nota. No debemos engaƱarnos tampoco. La mejorĆa aĆŗn convive con retos de fondo: los delitos contra la vida, la integridad, y los bienes siguen representando un porcentaje alto del total de crĆmenes denunciados. AdemĆ”s, la percepción de inseguridad entre la población aunque ha mostrado variaciones continĆŗa siendo un tema que preocupa a muchos chiapanecos, especialmente mujeres, jóvenes y en zonas rurales. La recuperación de la seguridad requiere mantener el impulso, reforzar polĆticas de prevención, transparentar resultados y acercar la justicia a quien la demanda. No basta con descender delitos: hay que fortalecer la confianza ciudadana y cerrar las brechas históricas que han dejado zonas vulnerables. Chiapas hoy tiene razones para creer que el camino hacia la seguridad, aunque largo, puede alcanzarse. Los Ćŗltimos datos muestran que los indicadores comienzan a mejorar, y eso debe reconocerse. Pero este avance no serĆ” consolidado sin participación ciudadana, vigilancia civil y exigencia constante a las autoridades. La seguridad es un derecho, no un privilegio. Y si Chiapas quiere ofrecer un futuro digno a sus familias como muchas en Tuxtla, en pueblos y comunidades rurales debe preservar lo que hoy se conquista: paz, orden y esperanza real.





