Cuidado con el consumo de hongos: puede llevar hasta la muerte

Tuxtla.-Durante los meses más lluviosos del año, también surgen distintas especies de hongos que se pueden recolectar, pero consumir aquellos que se confundan con los tóxicos puede tener un desenlace fatal.

De acuerdo con el área de urgencias del Issstech, existen 10 mil especies de hongos en el estado, de las cuales 600 son consumibles, en los Altos de Chiapas es donde más se recolectan y consumen, pero año con año se presentan casos de quienes comen aquellos con toxinas que pueden causar grave daño al organismo.

Francisco Flores Narváez, urgenciólogo y toxicólogo clínico, señaló que estas especies nocivas pueden llegar a parecerse mucho, las variedades amanitas, y esto hace que las consuman en una manera indirecta, incidental que es lo más común y pueden llegar hasta a fallecer en algunos casos por estado de coma, daño hepático o encefalopatía.

Esto es muy común en niños y en personas que usan los hongos alucinógenos como drogas de recreación, pueden provocar intoxicaciones leves, que presentan síntomas en las primeras seis horas, o severas, que aparecen hasta 15 días después, entre los síntomas leves están diarrea, deshidratación o vómito, que pueden pasar desapercibidos, o aparecer procesos serios del tercer al quinto día, derivando en daño hepático, renal o neurológico, y después del octavo o noveno día puede llegar incluso la muerte.

“De las 600 especies ingeribles en nuestro estado solamente menos del 4 al 6 por ciento son las que pueden resultar tóxicas, el hongo tiene un anillo en el tallo, un sombrerillo que identifica a las que son tóxicas, así como los colores son más llamativos y se pueden parecer a los comestibles, aunque todos tienen cierto grado de toxicidad, las amanitas son las más peligrosas”, dijo.

Ni la cocción quita la toxicidad de estas variedades, y es que la principal forma de enfermar es por ingesta y no por absorción, el médico señaló que la dosis real es de 0.01 mg por kilo en el caso de los alucinógenos, y un hongo puede pesar de 20 a 30 gramos, con uno solo puede fallecer una persona.

“Realmente coman los hongos que son cultivados, aún con ciertas reservas, a la población indígena que a pesar de la experiencia que tienen revaloren bien el tipo de hongo que van a recolectar y vayan a comer, que a veces es muy difícil porque el hongo puede ser muy parecido el tóxico al no tóxico”, finalizó.

Por otro lado, existe otro tipo de hongos que también causan daño a la salud, no tan grave pero si pueden ser molestos, el dermatólogo Antonio Flores explica que los hongos son un ecosistema que nunca vamos a quitar, pues nuestra piel debe guardar equilibrio entre bacterias y hongos, hay algunos propios de nosotros, de los animales y de la tierra, estos últimos son los más agresivos, otros se consideran benignos, y están los patógenos.

“Se presenta una lesión roja que va creciendo y va formando un halo rojo y el centro pálido o del color de la piel, estos van a ser más frecuentes en pacientes inmunodeprimidos, pacientes diabéticos, pacientes con cáncer, pacientes con SIDA, son más frecuentes en los niños por sus actividades que juegan en la tierra”, dijo.

Además, existen otros conocidos como micosis subcutáneas que generan más conflicto porque no mejoran con el tratamiento habitual, estos organismos se asocian con climas tropicales, y se van a ver en pacientes con alteraciones inmunes, en diabéticos por ejemplo es muy común la candidiasis, que se presenta al subir el azúcar, así como en niños salen en áreas húmedas como axilas, ingles o la región inframamaria.

“Es necesario realizar un cultivo para saber qué variedad de hongo es, es más difícil, por eso nosotros nos basamos en la clínica y nos va a dar esa imagen, a veces nos auto medicamos pero no es lo conveniente, a veces tenemos que dar tratamiento, la tiña del cabello por ejemplo, a los siete días puede ser transmisible”.

Por eso, el especialista recomendó aseo diario, sobre todo los niños después de jugar, los jornaleros después de trabajar, bañarse, así como controlar el azúcar o cualquier enfermedad inmune para evitar su aparición.