Cáncer de próstata, el enemigo al acecho de los varones mexicanos

El cáncer de próstata se ha convertido, en los últimos años, en una preocupación grande para quienes se dedican al ramo de la salud a nivel mundial y, prueba de ello, es que 1 de cada 6 varones podrían padecer esa enfermedad, y en el 70 por ciento de los casos no atenderla hasta alcanzar un grado de afectación mayor, casi irreversible. Es, pues, la primera causa de cáncer en hombres en territorio mexicano.

Así lo advirtieron expertos de la empresa farmacéutica Astra Zéneca, durante una charla por vía Zoom, durante la cual afirmaron que el machismo aún es una de las principales barreras para que los hombres, a partir de los 45 años de edad, acudan al médico para hacerse el estudio antígeno prostático u otros más efectivos o indispensables: la auscultación rectal.

En el marco del Día Nacional de la Lucha contra ese mal (se conmemora cada 29 de noviembre), Daniel Motola, oncólogo médico, advirtió que se trata de un problema de salud importante, de ahí el menester de preocuparse en la detección temprana de dicho padecimiento.

Las cifras oficiales lo avalan: el de próstata es el segundo cáncer más frecuente a nivel mundial, luego del de pulmón, en el caso de varones; lo más preocupante, es que cada año se presentan 900 mil casos nuevos en el mundo, y es el quinto lugar en mortalidad a nivel internacional.

En México, ese padecimiento es el cáncer más diagnosticado y letal, luego del de mama en mujeres; “aunque sabemos que afecta con más frecuencia a personas adultas, sobre todo mayores de 70 años (más del 40% de incidencia), también ataca a jóvenes de 20 años en adelante”, comentó.

En el año 2018, en el país se contabilizaron 25 mil 049 nuevos casos de esa enfermedad. En cuanto a muertes, solo representa el 7.6% de todos los decesos por cáncer, es decir poco más de 6 mil 500 fallecimientos anuales.

“Si se detecta a tiempo, se estima que la posibilidad de vivir será del 98 por ciento, por eso es necesario que se haga así y con el tratamiento adecuado. Eso marcará la diferencia”, comentó el especialista, quien agregó que sin duda la obesidad, el tabaquismo y hasta la cuestión hereditaria son factores que contribuyen a padecerla.

Aunque 7 de cada 10 hombres presentan ese mal en una etapa avanzada o metastásica, afirmó que lo bueno de todo es que solo el 20% ya no tiene cura, mientras que la mayor parte se podría tratar o hasta curar.

RETOS

Por su parte, Alberto Alcázar, urólogo oncólogo, aclaró que sin duda es necesario hablar de los retos para la detección oportuna de ese cáncer, como el impulsar un programa similar al de las mastografías en el sector femenino, o en el que se desarrolla en otros países “de primer mundo”.

Tras coincidir en que el número de hombres que acuden a una atención primaria es demasiado bajo en el país, resaltó que lo que más les cuesta es la idiosincrasia o el machismo que aún impera, o incluso hay otras como la dispersión poblacional, “pues a veces viven en comunidades muy alejadas, y no tienen cómo atenderse de forma adecuada”.

También está consciente, dijo, que en nuestro país se carece de una infraestructura adecuada o suficiente en materia de salud, sobre todo en las unidades de primer nivel, lo que complica aún más la situación, lo que impide llevar bien el diagnóstico y tratamiento.

Tras resaltar que está consciente de que es complicado el panorama al menos en nuestro país, subrayó que la detección vía recto es aún la más efectiva, aunado al tratamiento multidisciplinario y otros estudios como el del bloqueo de la testosterona.

“Hoy en día hay muchos avances, se han mejorado los aspectos adversos al tratamiento, y por obviedad tenemos hormonas de última generación que impiden el avance del cáncer de próstata de mejor manera, y desde hace como 6 años, gracias a estudios se ha permitido llevar tratamientos a etapas más tempranas de ese mal y mejorar la calidad de vida de los pacientes”, concluyó.

Como este tipo de cáncer también le afecta a jóvenes, Motola y Alcázar coincidieron en que en este caso es importante que estén conscientes de si tienen antecedentes familiares directos incluidos los de cáncer de mama, por lo que es recomendable que, como a los 35 años de edad, se realicen un estudio para descartar riesgos.

Lo que hay que dejar en claro, agregaron, es que el cáncer de próstata no es sinónimo de muerte.