top of page

Códigos de la ansiedad

  • ALEJANDRA OROZCO
  • hace 1 día
  • 9 Min. de lectura

Tuxtla.- Bienvenidos a Código Rosa, donde los secretos se confiesan, los códigos se cumplen y los retos y las risas son inevitables, esta vez, May y Lili nos traen un un tema muy interesante, y por lo mismo, un invitado muy profesional, hablamos de los códigos de alerta para detectar la ansiedad, un tema que está en tendencia y se presenta en todas las edades, no solo en jóvenes o adultos, de hecho, antes no se veía tanto, o no era tan detectable en los chavos, pero ya es mayor el número.

ree

“Yo no tengo muy detectada la ansiedad, gracias a Dios, puedo decirte que no sufro ansiedad, pero alguna vez hubo un tema con un ex novio que se salió de control y me generó una ansiedad y la pude notar porque me empezó a faltar la respiración, fueron unos minutos, pero ¿por qué me siento así? Nunca lo pensé como una ansiedad, sino como que estaba enferma de algo, entonces dije, algo me está generando esto, no es posible, yo no soy así, entonces empecé a pensar en otras cosas, a escuchar música, y lo pasé muy rápido”, compartió May.

Lili confesó que también le pasó, aunque tampoco sabía de eso, ella tampoco percibió como ansiedad lo que le pasó, pero ya después le dijeron que fue eso, iba en el avión, por ejemplo, le tocó ventana y de pronto aterrizaron y empezaron a bajar, y como es normal todos se paran, aún cuando no han abierto ni las puertas, y la señora de al lado empezó a bajar su maleta, empezó a bajar una caja y ella empezó a sentir una barrera, que se empezó a asfixiar, y dijo, no puede ser, ya quiero bajar, déjeme pasar, en eso tuvo que gritarle, y le dijo, me deja pasar, tengo ansiedad, necesitaba aire, cuando empezó a sentir que invadía su espacio, sudó, no pudo controlar esa taquicardia que le empezó a dar, logró pararse y dijo, qué me está pasando.

Para abundar más sobre este tema, recibieron a un psicólogo muy profesional, él es Juan Gabriel Marín, que tiene una licenciatura en administración, una maestría también en administración con formación en organizaciones y además la licenciatura en psicología, que es por lo cual está con nosotros, básicamente se está dedicando un 90 por ciento a la terapia, por la cantidad de pacientes que están sufriendo muchos problemas emocionales, y un 10 por ciento a conferencias y talleres, que eso le encanta, ir a universidades, a donde lo llamen, nada más que no sea muy peligroso.

“Yo encantado, lo que es terapia, definitivamente hay mucha necesidad con gente que tiene depresión, adicciones, duelos por separación, duelos por muerte, por enfermedad, obviamente ansiedad, problemas de desorientación, de infelicidad, todo eso es constante y a mí eso me encanta, ayudar a esas personas es fabuloso… muchos dicen que todos deben ir al psicólogo, pero no es así, es más bien cuando tengas un momento difícil, que ya no eres funcional en la vida diaria y no puedes manejarlo, busca ayuda, eso es todo, no es que todos tengamos que ir, habrá gente que nunca tuvo, que lo pudo solucionar en su vida espiritual, religiosa, con un amigo que lo platicó, con su pareja, con amigos, con un pastor, con un sacerdote, pero si no puedes, busca a un psicólogo, o si ya está muy difícil el asunto, un psiquiatra”, recomendó.

“Les confieso algo, que me fui a confesar, yo pensé que el padre me iba a escuchar mis pecados, y se volvió una plática muy amena, y de pronto cuando me escucha, me sacó una tarjetita, hija, te recomiendo a un psicólogo, te veo un poquito malita, me mandó directo al psicólogo, y yo dije, le está haciendo publicidad, o realmente me vio mal, la cosa es que le agradezco al padre”, mencionó Lili, agradeciendo por tener a Juan Gabriel para hablar de ansiedad, y de los códigos de alerta para saber identificarla.

ree

“Lo dividamos en dos cosas, todos tenemos ansiedad, es normal, si no tuviéramos ansiedad, nos moriríamos, si yo voy a tener un examen profesional, o dar una conferencia, ¿me va a dar ansiedad un poquito? Sí, me va a poner nerviosito, ansiosito, y eso me va a levantar, para poderme estudiar, a leer, a dar una repasadita, la ansiedad nos sirve para que enfrentemos el reto futuro, eso es muy importante, no le tengan miedo a la ansiedad, más bien, ocúpense cuando les da ansiedad, son esos nervios de que está enfermo alguien, y me da ansiedad, pues ocúpate, infórmate con el médico que lo va a operar, o yo tengo un dilema con mi pareja, y me da mucha ansiedad, qué está pasando, investiga, es para que te pongas las pilas, el cerebro está hecho para pensar mal, por evolución, porque si no pensamos mal, ya no hubiéramos existido, nos hubiéramos muerto desde la época de los cavernícolas”, describió.

Entonces, esa alerta quedó, nada más que ahora, como ya estamos más civilizados, ya no nos va a comer el diente de sable, el tigre, o el mamut, sino estamos ya en una ansiedad que no es tan peligrosa, y nuestra mente siempre está a un nivel de alerta que genera demasiada ansiedad, ahí es donde se salta este otro bloque, de las ansiedades más fuertes, como crisis de pánico, y esas son muy peculiares; primero, cuando tenemos mucha ansiedad, sin llegar a la crisis de pánico, no estás durmiendo bien, tienes mucho insomnio, estás comiendo mucho.

“Eso nos genera un problema, porque algo no está resuelto aquí, entonces, o estamos de mal humor, estresados todo el tiempo, porque en la base de la ansiedad es el miedo generado por el estrés, entonces, entre el miedo y el estrés tenemos un dilema con el cortisol y la adrenalina, el dilema es que ese estrés me genera ira, es otro código, mucho de eso puede generar que te vaya a dar ansiedad, si estoy muy estresado, estoy elevando el nivel de cortisol y adrenalina, si está bravo todo el tiempo, algo tiene, una frustración, entonces resuélvelo porque si no, eso te va a llevar a una ansiedad y en un momento dado va a escalar a una crisis de pánico”, explicó.

Así, cuando entramos a una crisis de pánico, que a él le ha pasado también, tiene síntomas muy peculiares, uno es sentirte mareado, no todos tienen que dar, pero generalmente son tres o cuatro; además, sientes una presión fuerte en la garganta, en el pecho, no puedes respirar, sudoración del cuerpo, sientes que te va a dar un infarto, que te vas a morir, esa sensación de no poder tragar, pero elevado a la décima potencia, que puede durar segundos, minutos o hasta media hora, hay gente que lo tiene un rato, 20 minutos, se le quita y vuelve, se le quita y vuelve. 

“Hay dos formas de solucionarlo desde mi punto de vista básicas: la primera, a la hora que te está dando, por lo menos poner el curita, respira, y vas a empezar a hablar, te pones derecho: tranquilo, Gabriel, tranquilo, tú mismo, abro y cierro la mano, hay gente que agarra un hielo, hay gente que agarra algo, tranquilo, no pasa nada, no te vas a morir, es una crisis, despacio, y vuelves despacito, tratar de controlar la respiración lo más lento posible, porque la crisis de ansiedad y pánico es una respiración muy agitada, hay un exceso de respiración, se oxigena mucho el cerebro y te mareas, el cerebro empieza como que, ¿qué me está pasando, por eso se usan las bolsitas para respirar sin oxígeno, para que te baje un poquito el exceso de oxigenación”, explicó.

Al tratarse de una hiperventilación, por eso la respiración despacio, lenta para que te empieces a relajar, eso te va a ayudar a disminuir, pero la mente es muy necia, genera una crisis de pánico porque cree que hay un dientes de sable, de la época cavernícola, está acostumbrado a que viene algo peligroso, como un terremoto, y ese nivel de alerta que el cerebro emite, por medio de las glándulas suprarrenales, manda el cortisol, manda la adrenalina, y viene el: agárrate porque nos van a matar, esa es la reacción del cerebro, y manda todos esos síntomas para que te ‘pongas vivo’.

Aún si hay gente, puedes pararte o ir a algún lugar y hacerlo despacito, recomienda que te oigas, a él funciona, se van a reír, pero hay que mencionar tu nombre, decir tu nombre es hablarte de ti mismo, o bien, agarrar algo frío, todo lo que genere un cambio en tu cerebro, que por dentro piensa que nos vamos a morir, entonces necesitas darle algo para que se calme, algo que le genere atención, hielo, agua fría, por eso se les dice que se paren, caminen, que hagan otra cosa, que se pongan a ver tele, ir a correr, hacer unas sentadillas, cualquier cosa que genera un cambio que tu cerebro voltee a ver, quizás no funciona un 100 por ciento, pero sí en un 70 por ciento.

“La otra solución, es atacarlo de raíz, hay casos muy delicados que sí se hace, se requiere de ayuda médica con un psiquiatra y  recetan un ansiolítico, un medicamento para disminuir la ansiedad, pero no se salvan de que tienen que trabajar el trauma que hayan vivido, por ejemplo, una persona que vivió violencia familiar, ya sea entre sus padres o ese mismo niño o niña, sufrió violencia, creció con miedo, un cerebro con miedo todo el tiempo, ya de grande puede generar una experiencia difícil, se reconecta el miedo con el pasado y entra la crisis de pánico, quiere decir que trae un trauma, ya sea un accidente automovilístico o golpes, lo que haya vivido, un abuso sexual también, es terrible”, mencionó.

Por eso, cuando ya no sientes que tienes una vida funcional, cuando ya te está afectando en tus tiempos diarios, tus amistades, en tu trabajo, en tu vida de pareja con tus hijos o con tus amigos y ya estás teniendo un problema de no querer salir porque me va a dar, o no quiero ir a esta reunión porque me va a dar crisis, si en tu vida funcional te está afectando, ve con un psicólogo, para que él determine si requieres medicamento o puedes trabajar de manera terapéutica con un psicólogo, el problema es que pierdes felicidad, incluso puedes caer en depresión.

“Ya cuando entra una ansiedad mezclada con depresión, pero si hablamos de trastornos, ya hablamos de temas muy delicados, como ideas de que mi vida no tiene sentido, ideas de muerte, y es muy triste, entonces, es importante ser introspectivo, analizar cómo está afectando tu vida funcional… son dos elementos, la respiración, hacer ejercicio, por supuesto que ayuda, que tu cerebro se reconecte con la salud, con la oxigenación, ayuda muchísimo, pasatiempos, cosas que te apasionen, que te hagan feliz, que te hagan sentirte pleno en tu vida, te dan felicidad y ayuda a contrarrestar el miedo”.

Además, lo que decía sobre el futuro, la depresión usualmente es por cosas que hemos vivido en el pasado, que nos generan tristeza, y la ansiedad son ideas del futuro, lo que te preocupa del futuro, qué va a pasar, qué te va a pasar, si no te vas a morir, la depresión es pensar, no valgo nada, no ha sido para nada, no valgo la pena, porque venimos del pasado con ese tipo de supuestos, etiquetas falsas, y el futuro es la ansiedad, ¿qué me va a pasar? Pero se puede fusionar la ansiedad con la depresión, y el estrés diario es el presente.

ree

“El exceso de futuro genera ansiedad, el pensar constantemente catastrófico: no voy a pasar el examen, no me voy a curar, me voy a morir, me van a dejar, la cabeza es o tu mejor amigo o tu peor enemigo, somos bien manipulables, es increíble, incluso no solo por nosotros mismos, sino por los demás, las redes sociales, todos nos manipulamos, de hecho, usualmente, la mayoría de las personas que tienen bajo nivel de autoestima y amor propio se comparan, es el peor error que puedes cometer, porque no te vas a comparar con quien tiene menos que tú, usualmente se comparan con alguien que tiene más, automáticamente al compararte con alguien que es mejor que tú, tú te minimizas, y la verdad es absurdo porque siempre vas a perder”, añadió.

Dijo que los psicólogos no eran muy respetados porque no había una educación, y a los trastornos solo podían ayudar los psiquiatras y los neurólogos, pero en las redes sociales han ido educando que a todas estas emociones estaban acostumbrados nuestros padres a decir, ya resuélvelo, déjale llorar, ahorita no puedes morirte, se oye muy fuerte, pero no, pareciese que fuese la solución idónea porque así fuimos educados, y que los que nos salvamos estamos acá, pero hay gente que no aguantó ese tipo de educación y no sabemos si vive todavía, si sufrió mucha depresión, si está medicada porque ya no aguantó, si creció con miedos complejos, no todos tienen un temperamento para soportar.

“A lo mejor crees que saliste bien pero ¿y el que no? A lo mejor hay gente que te puede decir, mi papá me pegó y estoy bien, pero ahorita cómo soy yo, a lo mejor tiene baja autoestima y por eso no ha tenido éxito, por eso no ha tenido una buena pareja, por eso es codependiente hacia su pareja, es sumiso a su pareja y él cree que no es por eso, el dilema es que la psicología no tenía la información correcta de lo que somos, lo que podemos ayudar al paciente, ahora ya se sabe un poquito más, hay más información y por eso ya nos recomiendan más”, consideró.

Después de una divertida dinámica de preguntas y respuestas, May y Lili agradecieron y despidieron a nuestro invitado de hoy, puedes encontrarlo en Facebook como Psicólogo Juan Gabriel Marín Castañón, así como en TikTok e Instagram, y a nuestras conductoras como Código Rosa Oficial, no se pierdan el próximo código.

Banner GOB.jpg
París2024 copy.jpg
Cambio climático 950x125 copy.png
Estar Consiente.jpg
¿TIENES ALGUNA DENUNCIA O ALGO QUE CONTARNOS

Gracias por tu mensaje

EL MEDIO DE TODAS LAS VOCES

El Sie7e de Chiapas es editado diariamente en instalaciones propias. Número de Certificado de Reserva otorgado por el Instituto Nacional de Derechos de Autor: 04-2008-052017585000-101. Número de Certificado de Licitud de Título y Certificado: 15128.

Calle 12 de Octubre, colonia Bienestar Social, entre México y Emiliano Zapata. C.P. 29077. Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Tel.: (961) 121 3721 direccion@sie7edechiapas.com.mx

Queda prohibida su reproducción parcial o total sin la autorización de esta casa editorial y/o editores.

NAVEGA

¡SÍGUENOS!

  • Facebook
  • Instagram
  • Twitter
  • YouTube
Imagen de identidad blanco.png

© 2025. DISEÑO WEB Y PRODUCCIÓN MULTIMEDIA   |  www.ideasdementes.com

bottom of page