top of page

El sector salud en México

  • EDITORIAL
  • 19 ago
  • 3 Min. de lectura

ree

En México, el sistema de salud para 2025 presenta un panorama con tanto inversiones como recortes. Se están realizando esfuerzos para transformar el sistema de salud, con la construcción de nuevos hospitales y clínicas, además de la contratación de más personal médico. Sin embargo, también hay recortes presupuestarios que podrían afectar la calidad y accesibilidad de los servicios, especialmente para la población vulnerable. El panorama presupuestario del sector salud en México para el año 2025 ha introducido un cambio de lenguaje significativo en la política pública sanitaria del país. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ha optado por el término ajustes en lugar de recortes al referirse a la disminución presupuestaria en el sector salud para el ejercicio fiscal 2025. Esta elección terminológica no es meramente semántica, sino que refleja un enfoque comunicacional estratégico ante una realidad presupuestaria compleja. Los ajustes implican una redistribución o modificación de los recursos asignados, sugiriendo un proceso técnico de optimización presupuestaria, mientras que recortes connotaría una eliminación de fondos. Los ajustes presupuestarios para 2025 tendrán un impacto directo en la capacidad del sistema de salud para proporcionar servicios de atención primaria, especialmente a la población sin seguridad social. La reducción en el gasto per cápita, estimada en un 22.6%, afectará la disponibilidad y calidad de los servicios. Además, es probable que se vea afectada la accesibilidad geográfica de los servicios de salud, especialmente en zonas rurales y comunidades marginadas, y los tiempos de espera para consultas, procedimientos y cirugías podrían incrementarse significativamente. Los programas de prevención y promoción de la salud, así como la disponibilidad de medicamentos e insumos médicos esenciales, también podrían verse afectados por la reducción presupuestaria. Los ajustes presupuestarios en el sector salud para 2025 se enmarcan en un contexto económico particular, con una proyección de crecimiento de la economía mexicana entre 2.0% y 3.0%. La reducción en el presupuesto de salud forma parte de una estrategia más amplia de ajuste al gasto neto total del sector público federal, posiblemente orientada a objetivos fiscales como la reducción del déficit o la contención del endeudamiento público. Entre los principales desafíos para el sistema de salud mexicano en 2025 están la sostenibilidad financiera, la atención a grupos vulnerables, la capacidad de respuesta ante emergencias y la transición epidemiológica. La reducción presupuestaria plantea desafíos adicionales en este contexto, requiriendo decisiones difíciles sobre priorización de servicios y racionalización de recursos. La caracterización de la reducción significativa del panorama presupuestario de salud como «ajustes» refleja la dimensión política y comunicacional de la gestión presupuestaria. Más allá de la terminología empleada, los datos indican un cambio de dirección en la política presupuestaria para el sector salud, con potenciales implicaciones importantes para la calidad y accesibilidad de los servicios de salud en México, especialmente para la población más vulnerable.

ree

Este análisis se basa en la información disponible actualmente sobre el Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2025, destacando las tendencias y cambios más significativos según los datos proporcionados. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público emplea el término ajustes para referirse a modificaciones en la asignación presupuestaria orientadas a cumplir con metas de sostenibilidad fiscal sin catalogarlas como recortes directos a los servicios. En el Paquete Económico 2025 se explicita que el ajuste corresponde a una reducción en el gasto neto total del sector público federal, en particular en el componente programable que el gobierno puede administrar directamente, justificando la medida por la necesidad de reducir el déficit y priorizar la disciplina financiera. Esta visión enfatiza que los “ajustes” buscan eficiencia y racionalización, no necesariamente el desmantelamiento de programas esenciales. De 2017 a 2024 el presupuesto en salud mostró incrementos anuales consecutivos, alcanzando en 2024 su punto más alto reciente. Sin embargo, para 2025 Hacienda propone un gasto federal para salud de 881 mil millones de pesos; esto es una disminución de 12.2% respecto a 2024, equivalente a 122 mil millones menos y representando el monto más bajo desde 2022. El análisis muestra una ruptura de tendencia positiva y marca un patrón de austeridad y restricción presupuestaria para el sector salud en el corto plazo. Los programas de prevención y promoción tienden a ser de los más afectados en escenarios de restricción presupuestaria, ya que suelen recibir menos prioridad frente a la atención curativa de emergencias. La reducción de fondos compromete la continuidad de campañas de vacunación, salud materno-infantil y control de enfermedades crónicas, lo que a mediano plazo puede aumentar la demanda de servicios de mayor costo y agravar desigualdades en salud, impactando negativamente los indicadores nacionales.

Comentarios


251128 950x125.jpg
251128 950x125.jpg
Estar Consiente.jpg
bottom of page